Al retomar hoy sus Catequesis desde la localidad de Castel Gandolfo, el Papa Benedicto XVI señaló que: la oración es algo imprescindible para la vida de toda persona porque la relación del ser humano con Dios es esencial.
Recordando el ejemplo
de San Alfonso María Ligorio, Doctor de la Iglesia y fundador de los sacerdote
redentoristas, a quien la Iglesia celebra hoy, explicó que este Santo "nos
recuerda que la relación con Dios es esencial en nuestra vida: sin la relación de Dios falta la relación
fundamental". La relación de Dios, "se realiza en el
hablar con Dios, en oración personal cotidiana y con la participación en los
Sacramentos, y así esta relación puede crecer en nosotros la presencia divina
que dirige nuestro camino, lo ilumina y lo hace seguro y sereno, también en medio de las dificultades y
peligros".
Tras recordar que San
Alfonso es uno de los más populares del siglo XVIII, el Papa destacó
que: se caracterizaba por su estilo sencillo e inmediato y por su doctrina
sobre el sacramento de la Penitencia: en un período de gran rigor, fruto de la
influencia jansenista, él recomendaba a los confesores de administrar este
Sacramento manifestando el abrazo gozoso de Dios Padre que en su misericordia infinita no se cansa de recibir
al hijo arrepentido".
El Papa recordó luego
su tratado de 1759 titulado "El
gran medio de la Oración", que "consideraba el más útil entre
todos sus escritos. En efecto, describe a la oración como ‘el medio necesario y seguro para obtener la salvación y todas las gracias de
las cuales tenemos necesidad para conseguirla’ (introducción). En esta frase
está sintetizado el modo Alfonsiano de entender la oración".
El Pontífice indicó
que San Alfonso explicaba la importancia de la oración en el hecho de que
"Dios nos ha creado por amor, para podernos donar la vida en plenitud;
pero esta meta, la vida en plenitud, a causa del pecado se ha, por así decirlo,
alejado, todos lo sabemos, y solo la gracia de Dios la puede hacer
accesible".
"Para explicar
esta verdad fundamental y hacer comprender con rapidez cómo sea real para el
hombre el peligro de ‘perderse’, San Alfonso había acuñado una famosa máxima muy
elemental que dice: ‘Quien ora se
salva, quien no ora se condena’. Como comentario de esta frase
lapidaria, añadía: ‘Sin oración cosa muy difícil es que nos podamos salvar; tan
difícil que, es del todo imposible… con
la oración, la salvación es segura y fácil’ (II, Conclusión)".
Y aún dice:
"pensemos que, si no rezamos, ninguna excusa podremos alegar, porque Dios
a todos da la gracia de orar... si no nos salvamos, culpa nuestra será. Y la
causa de nuestra infinita desgracia será una sola: que no hemos rezado’
(ibíd.)". Indicó además que al decir que "la oración es un medio
necesario, San Alfonso quería hacer comprender que en cada situación de la vida no se puede prescindir de orar,
en especial en el momento de la prueba y en las dificultades".
"Siempre debemos
llamar confiadamente a la puerta del Señor, sabiendo que en todo Él cuida de
sus hijos, de nosotros. Por esto, estamos invitados a no temer de acudir a Él y
presentarle confiados nuestras peticiones, con la certeza de obtener aquello de lo cual tenemos necesidad". Al preguntarse sobre lo realmente necesario
en la vida, el Papa se refirió a la
presencia liberadora de Jesús "que hace verdaderamente humano, y por ello
colmado de gozo, nuestro existir. Y solo mediante la oración podemos recibirlo
a Él, su Gracia, que, iluminándonos en cada situación, nos hace discernir el verdadero bien y, fortificándonos, hace eficaz también nuestra voluntad".
"Muchas veces
reconocemos el bien, pero no somos capaces de hacerlo. Con la oración, lo
conseguimos. El discípulo del Señor sabe de estar siempre expuesto a la
tentación y para vencerla no deja de
pedir ayuda a Dios en la oración". Tras poner como ejemplo de
oración a San Felipe Neri y a San Agustín, que se descubrían necesitados del
Señor, el Papa dijo que "también nosotros, conscientes de nuestra
debilidad, debemos pedir el auxilio
de Dios con humildad,
confiando en la riqueza de su misericordia".
En español el Papa saludó a los peregrinos de
España, México y otros países latinoamericanos, e invitó a "todos, en este
tiempo veraniego, a no abandonar
nunca la oración, como nos enseña San Alfonso María de Ligorio, pues
de nuestra relación con el Señor en la plegaría y los sacramentos depende
nuestra salvación. Dios os bendiga".
Vaticano, 01 Agosto 2012
Fuente: ACI/EWTN
Noticias.-
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