sábado, 1 de diciembre de 2012

Se acerca vuestra liberación.




25  En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “Entonces habrá
      señales en el sol, la luna y las estrellas, y por toda la tierra
      se angustiarán las naciones, asustadas por el ruido del mar y
      de las olas.
26  Los hombres morirán de espanto, con sólo pensar en lo que
      le espera al mundo,
27  porque las fuerzas del universo serán conmovidas. Y en ese
      preciso momento verán al Hijo del Hombre viniendo poderoso
      y glorioso en medio de la Nube.
34  Estén alerta, no sea que se endurezcan sus corazones en los
      vicios, borracheras y preocupaciones de la vida.
35  No sea que ese día caiga de repente sobre ustedes ‘y como
      la trampa que se cierra. Pues vendrá sobre todos los
      habitantes de toda la tierra. Por eso, estén vigilando y orando
      en todo tiempo. Así tendrán fuerzas para escapar de todo lo
      que debe suceder y podrán estar de pie delante del Hijo del
      Hombre.

Evangelio: (Lucas 21, vs 25-28.34-36)


Oración:

Ven, ven, Señor, no tardes.
Ven, ven, que te esperamos.
Ven, ven, Señor, no tardes,
ven pronto, Señor.
El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor,
los hombres no son hermanos,
el mundo no tiene amor.
Envuelto en sombría noche,
el mundo, sin paz, no ve;
buscando va una esperanza,
buscando, Señor, tu Fe.
Al mundo le falta vida,
al mundo le falta luz,
al mundo le falta el cielo,
al mundo le faltas tú.

Himno tomado de la Liturgia de las Horas.

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