domingo, 30 de diciembre de 2012

La Sagrada Familia.




Queridos amigos:

Desde la noche del 24, la Iglesia y los cristianos venimos centrando nuestra mirada y atención en el Niño Dios, recién nacido. Hoy la Iglesia nos pide mirar también a María y José y contemplar en conjunto la Sagrada Familia. Contemplarla tal como nos la propone el evangelio de hoy (Lc 2, 41-52), es decir, transcurridos ya doce años y con algunos apuros y malentendidos. No son graves, pero nos muestran que la familia de Jesús, María y José, es tan humana y necesitada como la tuya o la mía. Es sagrada ciertamente y ejémplo para las nuestras, pero con sus debilidades y necesidades (alimentación, vestido, trabajo, impuestos, etc.), que nadie sino ellos los van a resolver.
Es esta faceta humana y frágil de la Sagrada Familia lo que la iglesia quiere veamos al proponérnosla. Ciertamente por la santidad de sus miembros es modelo para nuestras familias, pero lo es también por su manera de tratar y resolver los problemas. Si pese a todo, ellos pudieron llegar a ser una Familia Sagrada, ¿por qué nosotros no? Hay que ponerle voluntad y empeño. Y darle gracias a Dios, porque instituyó la familia, basada en el matrimonio de un hombre con una mujer, para ser como el seno y el hábitat naturales de la vida del hombre. Él mismo, cuando decidió hacerse hombre, lo hizo en el seno de una familia.
Se impone:
 -orar por la Familia (empezando por la nuestra), para que sea siempre lo que Dios quiso que sea. Siempre en guardia ante los males de toda clase que la acechan.
 -poner de relieve sus bondades como “formadora de personas, educadora de la Fe y promotora del bien social”, amén de ser santuario de la vida, iglesia doméstica y escuela de vida social.
  renovar compromisos y estrechar lazos de unión en el amor, buscando la felicidad de todos sus miembros.
-reforzar la Pastoral Familiar, empezando por la de nuestra parroquia, cuyo Equipo espera que otros matrimonios se le unan.
Digamos un par de cosas sobre el fundamento y la razón de ser así de nuestras familias, para que no se crea que se originaron por costumbres sociales o por imposiciones religiosas. Digamos 1º que el fundamento de la familia (lo que la legitima a existir) es, ante todo, la conservación de la especie humana. Digamos 2º que el instinto de conservación de la especia humana es anterior, por milenios, a cualquier ley positiva natural (leyes humanas) o religiosa (religiones). Si no hay familia no hay garantía de supervivencia de ninguna especie animal.
Para los cristianos, Dios que es familia (diversidad en la unidad) hizo todas las cosas poniendo su impronta en las mismas. No hay dos cosas iguales, pero todas confluyen a la unidad. Esta ley de la diversidad en la unidad y viceversa, la pensó sobre todo para la unión del hombre y la mujer: serán dos en una misma carne, dijo (Gen 2,24) De este modo convirtió al matrimonio y la familia en icono vivo suyo, que es Dios Unitrino. Es decir, como Dios es uno en tres personas, así la familia es uno en dos, luego en 3, 4, etc. personas, según el número de los hijos.

Fuente: P. Antonio Elduayen, CM

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