sábado, 30 de noviembre de 2013

Estad en vela para estar preparados.



En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Cuando venga el Hijo del hombre, pasará como en tiempo de Noé. Antes del diluvio, la gente comía y bebía y se casaba, hasta el día en que Noé entró en el arca; y cuando menos lo esperaban llegó el diluvio y se los llevó a todos; lo mismo sucederá cuando venga el Hijo del hombre: Dos hombres estarán en el campo: a uno se lo llevarán y a otro lo dejarán; dos mujeres estarán moliendo: a una se la llevarán y a otra la dejarán.
Por lo tanto, estad en vela, porque no sabéis qué día vendrá vuestro Señor. Comprended que si supiera el dueño de casa a qué hora de la noche viene el ladrón estaría en vela y no dejaría abrir un boquete en su casa. Por eso, estad también vosotros preparados, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del hombre.
Evangelio: (Mateo 24,vs 37-44)

Oración:
Ven y sálvanos de nuestra ceguera
para descubrirte presente.
De nuestra pereza para caminar contigo,
de nuestras excusas para alejarnos de ti.
Ven y sálvanos de nuestra dureza
para comprender las Escrituras,
de nuestras luchas por los primeros puestos,
de nuestra desconfianza en la semilla del Reino.
Ven y sálvanos de nuestra superficialidad,
de nuestra insensibilidad por las cosas de arriba,
de nuestra pérdida de sentido.
Ven y sálvanos de los dioses
que nos hemos fabricado,
de la rutina que nos aprisiona,
de nuestras miras pequeñas.
Ven y sálvanos Dios salvador nuestro,
Dios amigo nuestro,
Dios anunciado por Jesús.
Amén.

Fuente: Lectio Divina Vicenciana

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