sábado, 30 de junio de 2012

Jesús resucita a la hija de Jairo.




21  Jesús, pues, atravesó el lago en la barca y de nuevo se juntó mucha gente  alrededor de él en la orilla.
22  Llegó entonces uno de los jefes de la sinagoga, que se llamaba Jairo y, cuando vio a Jesús se postró a sus pies.
23  Le rogaba: “Mi hija está agonizando; ven, pon tus manos sobre ella para que  sane y viva.”
24  Jesús se fue con Jairo en medio de un gentío que lo apretaba.
25  Se encontraba allí una mujer que estaba padeciendo durante doce años de una hemorragia.
26  Había sufrido mucho en manos de varios médicos y gastado en ello todo lo que tenía sin ningún resultado. Al contrario, cada vez  estaba peor.
27  Como había oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás, en medio  de la gente, y le tocó la ropa.
28  La mujer pensaba: “Si logro tocar aunque sea su ropa, sanaré.”
29  Al momento cesó su hemorragia y sintió en su cuerpo que estaba sana.
30  Pero también Jesús se dio cuenta del poder que había salido de él y, dándose  vuelta, preguntó: “¿Quién me tocó el manto?
31  Sus discípulos le contestaron: “Estás viendo que la gente te aprieta y preguntas: ¿Quién me ha tocado?”
32  Pero él seguía mirando a su alrededor para saber.
33  Entonces la mujer, que sabía muy bien lo ocurrido, asustada y temblando, se postró ante él y le contó toda la verdad.
34  Jesús le dijo: “Hija, tu Fe te ha salvado, vete en paz y queda sana de tu enfermedad.
35  Jesús estaba todavía hablando, cuando se acercaron algunos de la casa del jefe de la sinagoga, diciendo: “Tu hija ya murió, ¿para qué molestas ahora  al Maestro?”
36  Jesús se hizo el desentendido y dijo al jefe de la sinagoga: “No tengas miedo, solamente ten Fe.
37  Pero no dejó que lo acompañaran más que Pedro, Santiago y Juan, hermano  de Santiago.
38  Cuando llegaron a la casa del jefe de la sinagoga, había gran bulla: unos gritaban, otros lloraban.
39  Jesús dijo: “¿Por qué esta bulla?, la niña no ha muerto sino que duerme.
40  Ellos se burlaron de él. Pero Jesús los hizo salir a todos y entró donde estaba  la niña con el padre, la madre y los que venían con él.
41  Tomando la mano de la niña, le dijo: “Talita kum”, que quiere decir: “Niña, a ti te lo digo, levántate.
42  Y ella se levantó al instante y empezó a corretear, pues tenía unos doce años. Había que ver el estupor que esto produjo.
43  Pero Jesús les ordenó severamente que no lo contaran a nadie, y además  mandó que dieran de comer a la niña.

Evangelio: (Marcos 5, vs 21-43)
Domingo, 01 de Julio de 2012

Oración:

Señor, te pedimos que nos ayudes,
a que nuestra Fe crezca
y madure cada vez más,
para que como la mujer del Evangelio,
te busquemos y esperemos todo de ti,
sabiendo que Tú puedes darnos
todo lo que necesitamos,
si lo pedimos con total confianza.
Derrama Señor
tu gracia en nuestra vida,
y danos una  Fe firme y plena
esperando todo de ti,
creyendo en ti y creyéndote a ti,
en todos los momentos
y circunstancias de nuestra vida,
teniendo la certeza y la seguridad
que Tú actuarás en nuestra vida
cuando recurrimos a ti,
y  cuando ponemos en ti nuestra vida.
Que así sea.
Amén.

Fuente: Lectio Divina


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