sábado, 14 de abril de 2012

Señor mío y Dios mío.



19 La tarde de ese mismo día, el primero de la semana, los discípulos estaban a puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús se hizo presente allí, de pie en medio de ellos.

20 Les dijo: “La paz sea con ustedes.” Después de saludarlos así, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de gozo al ver al Señor.

El les volvió a decir: “La paz esté con ustedes. Así como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes.”

23 Dicho esto, sopló sobre ellos: “Reciban el Espíritu Santo,

22 ´a quienes ustedes perdonen, queden perdonados, y a quienes no libren de sus pecados, queden atados.”

24 Uno de los Doce no estaba cuando vino Jesús. Era Tomás, llamado el Gemelo.

25 Los otros discípulos le dijeron después: “Vimos al Señor.” Contestó: “No creeré sino cuando vea la marca de los clavos en sus ‘manos, meta mis dedos en el lugar de los clavos y palpe la herida del costado.”

26 Ocho días después, los discípulos estaban de nuevo reunidos dentro y Tomás con ellos. Se presentó Jesús a pesar de estar las puertas cerradas, y se puso de pie en medio de ellos.

Les dijo: “La paz sea con ustedes.”

27 Después dijo a Tomás: “Ven acá, mira mis manos; extiende tu mano y palpa mi costado. En adelante no seas incrédulo, sino hombre de fe.”

28 Tomás exclamó: “Tú eres mi Señor y mi Dios.”

29 Jesús le dijo: “Tú crees porque has visto. Felices los que creen sin haber visto.”

30 Muchas otras señales milagrosas hizo Jesús en presencia de sus discípulos que no están escritas en este libro.

31 Estas han sido escritas para que crean que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y que por esta fe tengan la vida que él solo puede comunicar.


Evangelio: (Juan 20, vs 19-31)

Domingo 15 Abril 2012


El abandono de los pobres que San Vicente comprueba y su meditación del Evangelio, le llevan a centrar su fe y su vida en Jesucristo. Pero al servir a los pobres, descubre en ellos la imagen viviente de Jesucristo:

“Otro motivo, es que, al servir a los pobres, se sirve a Jesucristo. Hijas mías, ¡cuánta verdad es esto! Sirven a Jesucristo en la persona de los pobres. Y esto es tan verdad como que estamos aquí. Una hermana irá diez veces cada día a ver a los enfermos, y diez veces cada día encontrará en ellos a Dios… Vayan a ver a los pobres condenados a cadena perpetua, y en ellos encontrarán a Dios; sirvan a esos niños, y en ellos encontrarán a Dios. ¡Hijas mías, cuán admirable es esto! Van a unas casas muy pobres, pero allí encontrarán a Dios.” (XI, 239)


Oración:


Señor Jesús.

Te pedimos que nos ayudes a comprender

el misterio de tu resurrección,

para darnos cuenta que Tú

no eres solo un espíritu,

ni una ilusión, ni una imaginación,

sino que tu resurrección es nueva vida,

con un nuevo cuerpo,

con una nueva materialidad glorificada.

Regálanos la gracia de estar llenos

de paz y alegría al reflexionar

que Tú estás vivo y

estás en medio de nosotros,

y de esa manera valoremos lo que significa creer en ti,

sabiendo que estás resucitado y vivo.

Sintiendo que eres Tú el que nos invitas

a conocerte siempre más

y a vivir cada vez más unidos a ti.

Amén.


Fuente: Lectio Divina



No hay comentarios: