sábado, 26 de enero de 2013

Hoy se cumple esta Escritura.




1   Varias personas han tratado de narrar las cosas que pasaron
entre nosotros,
2   ‘a partir de los datos que nos entregaron aquellos que vieron
     y fueron testigos desde el principio y que, luego, se han hecho
     servidores de la Palabra.
3   Siendo así, también yo he decidido investigar hasta el origen
     de esta historia, y componer para ti, excelente Teófilo, un
     relato ordenado de todo.
4   Con esto, todas aquellas cosas que te han enseñado cobrarán
     plena claridad.
14 Jesús volvió a Galilea con el poder del Espíritu, y su fama
     corrió por toda la región.
15 Enseñaba en las sinagogas de los judíos y todos lo alababan.
16 Llegó a Nazaret, donde se había criado, y, según 
     acostumbraba, fue el Sábado a la sinagoga. Cuando se
     levantó para hacer la lectura,
17 ‘le pasaron el libro del profeta Isaías; desenrolló el libro y halló
     el pasaje el pasaje en que se lee:
18 El Espíritu del Señor está sobre mí: el Señor me consagró 
     por su Espíritu.
     Me envió a traer la Buena Nueva a los pobres, a anunciar a 
     los cautivos su libertad y a los ciegos que pronto van a ver.
19  A despedir libres a los oprimidos’ y a proclamar el año de 
      la gracia del Señor.
20 Jesús, entonces, enrolla el libro, lo devuelve al ayudante y se
     sienta. Y todos los presentes tenían los ojos fijos en él.
21 Empezó a decirles: “Hoy se cumplen estas profecías que
     acaban de escuchar.

Evangelio: (Lucas 1, vs 1-4; 4, vs 14-21)

Oración:

Señor Jesús, que me conozca a mi
y que te conozca a Ti.
Que no desee otra cosa sino a Ti.
Que me odie a mí y te ame a Ti.
Y que todo lo haga siempre por Ti.
Que me humille y que te exalte a Ti.
Que no piense nada más que en Ti.
Que me mortifique, para vivir en Ti.
Y que acepte todo como venido de Ti.
Que renuncie a lo mío y te siga sólo a Ti.
Que siempre escoja seguirte a Ti.
Que huya de mí y me refugie en Ti.
Y que merezca ser protegido por Ti.
Que me tema a mí
y tema ofenderte a Ti.
Que sea contado entre los elegidos por Ti.
Que desconfíe de mí
y ponga toda mi confianza en Ti.
Y que obedezca a otros por amor a Ti.
Que a nada dé importancia sino tan sólo a Ti.
Que quiera ser pobre por amor a Ti.
Mírame, para que sólo te ame a Ti.
Llámame, para que sólo te busque a Ti.
Y concédeme la gracia
de gozar para siempre de Ti.
Amén.

Autor: San Agustín


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