sábado, 8 de diciembre de 2018

Segundo Domingo de Adviento.


Tiempo de Adviento es el período de preparación para celebrar la Navidad y comienza cuatro domingos antes de esta fiesta; con este Tiempo se inicia el Año Litúrgico católico. Este año 2018, comenzará el Domingo 2 de Diciembre y el último Domingo de Adviento será el día 23 de Diciembre.

Oración:
Niño Dios, te estamos esperando…
ven a nuestra vida, ven y llénanos de tu amor…
ven y cólmanos de tu presencia…
ven y haz que en ti volvamos a vivir…
ven y ayúdanos a sentir el amor que te tuvo tu Madre…
ven y haz que sintamos necesidad de ti…
ven y ayúdanos a dejarte entrar en nuestras vidas…
ven y haz que nos dejemos moldear por tu amor…
ven y actúa en nosotros…
ven e inúndanos de alegría al tenerte a ti…
ven y cólmanos de amor…
ven y ayúdanos a vivir por ti…
ven y haz que nos unamos más a ti…
ven y sé Tú todo en nosotros,
ven y ayúdanos a amarte como te amó tu Madre.
Amén.

Fuente: Lectio Divina Vicentina

Festividad de la Inmaculada Concepción.



Bajo tu amparo, nos acogemos Santa Madre de Dios.
No desoigas la oración de tus hijos necesitados.
Líbranos de todo peligro. ¡Oh siempre Virgen gloriosa
y bendita!

Oración:
Dios te salve, María
llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre
todas la mujeres
y bendito es el fruto
de tu vientre Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amén.

Preparen el camino del Señor.



   El año decimoquinto del reinado del emperador Tiberio, cuando Poncio Pilato gobernaba la Judea, siendo Herodes tetrarca de Galilea, su hermano Filipo tetrarca de Iturea y Traconítide, y Lisanias tetrarca de Abilene, bajo el pontificado de Anás y Caifás, Dios dirigió su palabra a Juan, hijo de Zacarías, que estaba en el desierto.
   Éste comenzó entonces a recorrer toda la región del río Jordán, anunciando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados, como está escrito en el libro del profeta Isaías:
   «Una voz grita en el desierto: Preparen el camino del Señor, allanen sus senderos. Los valles serán rellenados, las montañas y las colinas serán aplanadas. Serán enderezados los senderos sinuosos y nivelados los caminos disparejos. Entonces, todos los hombres verán la Salvación de Dios».
Evangelio: (Lc 3, vs 1-6)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 1 de diciembre de 2018

Santa Luisa de Marillac: En la enfermedad.



No se aflija pensando que sus dolencias la hacen inútil, porque nadie, fuera de usted piensa eso.”

Santa Luisa de Marillac

Las señales de los tiempos.



Jesús dijo a sus discípulos:
«Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas; y en la tierra, los pueblos serán presa de la angustia ante el rugido del mar y la violencia de las olas. Los hombres desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá al mundo, porque los astros se conmoverán. Entonces se verá al Hijo del hombre venir sobre una nube, lleno de poder y de gloria. Cuando comience a suceder esto, tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación.
Tengan cuidado de no dejarse aturdir por los excesos, la embriaguez y las preocupaciones de la vida, para que ese día no caiga de improviso sobre ustedes como una trampa, porque sobrevendrá a todos los hombres en toda la tierra. Estén prevenidos y oren incesantemente, para quedar a salvo de todo lo que ha de ocurrir. Así podrán comparecer seguros ante el Hijo del hombre.»
Evangelio: (Lc. 21, vs 25-38; 34-36)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 17 de noviembre de 2018

San Vicente de Paul: El sufrimiento.


San Vicente nos dice:

«Se sufre de diversas maneras. Los apóstoles y los primeros cristianos sufrieron la persecución de los tiranos y toda clase de ultrajes; se ha dicho que todos los que quieran seguir a Jesucristo habrán de sufrir tentación…La verdad es que la mejor condición es la que nos hace más semejantes a Nuestro Señor tentado, rezando, obrando y sufriendo; y por ahí es por donde él conduce a las almas que quiere elevar a una perfección más alta.» (VII, 165)

Fuente: Lectio Divina Vicentina

Venida del Hijo del Hombre.



Jesús dijo a sus discípulos:
«En aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán. Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria.
   Y El enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte.
   Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta. Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
   En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.»
Evangelio: (Mc 13, vs 24-32)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Oración.



Señor Jesús,
ayúdanos a comprender y valorar
la actitud de esa viuda que dio más
que todos los demás,
porque dio todo lo que tenía.
Danos Señor,
la gracia de saber dar todo de nosotros
para ayudar a los que nos necesitan;
ayúdanos a saber ser generosos
contigo y con los demás,
no dejando nada para nosotros,
sino colocando todo a tu servicio,
dándonos totalmente,
esperando siempre en ti,
confiando en tu amor y en tu providencia,
sabiendo que teniéndote a ti,
 todo lo tenemos y que solo Tú
puedes saciar nuestras ansias más profundas.
Que así sea.

Fuente: Lectio Divina Vicentina

La ofrenda de la viuda.



Jesús enseñaba a la multitud:
   «Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Éstos serán juzgados con más severidad».
   Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre.
   Entonces Él llamó a sus discípulos y les dijo: «Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir».
Evangelio: (Mc 12, vs 38-44)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 6 de octubre de 2018

Oración.


Dios de amor y de ternura,
Tú que nos haces partícipes de tu amor
dándonos tus mismos sentimientos
haciéndonos fecundos en la entrega mutua,
en la donación total al otro,
te pedimos que nos ayudes a renovarnos
cada vez más, en nuestro amor,
en nuestra entrega,
en nuestro darnos al otro,
para que imitando el amor que nos tienes,
cada vez más nuestro sí mutuo
se exprese en actitudes y gestos de amor,
de comprensión, de cariño y ternura
buscando que el amor que nos tenemos
nos ayude a vivir más plenamente
nuestra fe en ti,
siendo presencia tuya para los demás,
transmitiendo y contagiando
el amor que Tú nos tienes.
Amén.

Fuente: Lectio Divina Vicentina

Dios los hizo hombre y mujer.



   Se acercaron a Jesús algunos fariseos y, para ponerlo a prueba, le plantearon esta cuestión: «¿Es lícito al hombre divorciarse de su mujer?». Él les respondió: «¿Qué es lo que Moisés les ha ordenado?». Ellos dijeron: «Moisés permitió redactar una declaración de divorcio y separarse de ella».
   Entonces Jesús les respondió: «Si Moisés les dio esta prescripción fue debido a la dureza del corazón de ustedes. Pero desde el principio de la creación, “Dios los hizo varón y mujer”. “Por eso, el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos no serán sino una sola carne”. De manera que ya no son dos, “sino una sola carne”. Que el hombre no separe lo que Dios ha unido».
   Cuando regresaron a la casa, los discípulos le volvieron a preguntar sobre esto. Él les dijo: «El que se divorcia de su mujer y se casa con otra, comete adulterio contra aquélla; y si una mujer se divorcia de su marido y se casa con otro, también comete adulterio».
   Le trajeron entonces a unos niños para que los tocara, pero los discípulos los reprendieron. Al ver esto, Jesús se enojó y les dijo: «Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios pertenece a los que son como ellos. Les aseguro que el que no recibe el Reino de Dios como un niño, no entrará en él». Después los abrazó y los bendijo, imponiéndoles las manos.
Evangelio: (Mc 10, vs 2-16)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 29 de septiembre de 2018

Oración.


Señor Jesús,
Tú que nos invitas a dar testimonio de ti,
evitando todo aquello
que pueda escandalizar o perjudicar
a los que nos rodean,
te pedimos que nos ayudes a comprender
toda la dimensión del ser cristiano
y de seguirte,
para que dando testimonio de ti,
evitemos todo aquello
que nos separa o aleja de ti;
concédenos Señor, la gracia
de purificar nuestras intenciones
y nuestras actitudes,
para que en todo momento
busquemos identificarnos contigo,
siendo presencia viva
de tu amor y tu bondad.
Que así sea.

Fuente: Lectio Divina Vicentina

El que no está contra nosotros, está con nosotros.


   Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros». Pero Jesús les dijo: «No se lo impidan, porque nadie puede hacer un milagro en mi Nombre y luego hablar mal de mí.
   Y el que no está contra nosotros, está con nosotros. Les aseguro que no quedará sin recompensa el que les dé de beber un vaso de agua por el hecho de que ustedes pertenecen a Cristo.
   Si alguien llegara a escandalizar a uno de estos pequeños que tienen fe, sería preferible para él que le ataran al cuello una piedra de moler y lo arrojaran al mar. Si tu mano es para ti ocasión de pecado, córtala, porque más te vale entrar en la Vida manco, que ir con tus dos manos al infierno, al fuego inextinguible. Y si tu pie es para ti ocasión de pecado, córtalo, porque más te vale entrar lisiado en la Vida, que ser arrojado con tus dos pies al infierno. Y si tu ojo es para ti ocasión de pecado, arráncalo, porque más te vale entrar con un solo ojo en el Reino de Dios, que ser arrojado con tus dos ojos al infierno, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga».
Evangelio: (Mc 9, vs 38-43.45.47-48)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 15 de septiembre de 2018

Oración.



Tú sabes, Señor,
que ante el misterio de tu cruz y entrega
nuestra fe es siempre débil y pequeña…
que ante tu rostro sufriente y necesitado
nuestra fe no te responde con el amor.
Acrecienta por ello tanto nuestra fe
como nuestra caridad.
Y concédenos ser tus discípulos
que no te niegan
sino que perseveran contigo
también en el misterio de la cruz.
Y que nuestra vida sea,
especialmente para con los pobres
presencia de tu Reino,
inicio de tu salvación.
Tú que por nosotros
no has rechazado el mayor fruto del amor:
la entrega generosa de tu pasión.
Amén.

Fuente: Lectio Divina Vicentina

El que quiera seguirme, cargue con su cruz.


   Jesús salió con sus discípulos hacia los poblados de Cesarea de Filipo, y en el camino les preguntó: «¿Quién dice la gente que soy Yo?». Ellos le respondieron: «Algunos dicen que eres Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas».
   Y ustedes, ¿quién dicen que soy Yo? Pedro respondió: «Tú eres el Mesías». Jesús les ordenó terminantemente que no dijeran nada acerca de Él.
   Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser rechazado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas; que debía ser condenado a muerte y resucitar después de tres días; y les hablaba de esto con toda claridad. Pedro, llevándolo aparte, comenzó a reprenderlo. Pero Jesús, dándose vuelta y mirando a sus discípulos, lo reprendió, diciendo: «¡Retírate, ve detrás de mí, Satanás! Porque tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres».
   Entonces Jesús, llamando a la multitud, junto con sus discípulos, les dijo: «El que quiera venir detrás de mí, que renuncie a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí y por la Buena Noticia, la salvará».
Evangelio: (Mc 8, vs 27-35)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 25 de agosto de 2018

Oración.


Oración:
Invitados por tu palabra, oh Cristo,
queremos hoy renovar la alianza nueva:
recibir de Ti la vida abundante
y dirigir nuestros pasos según tu voluntad.
En ti reconocemos, pan bajado del cielo,
el más grande reto a nuestra fe,
pero como Pedro confesamos:
solo Tú tienes palabras de vida eterna.

Perdona la dureza de nuestro corazón,
rompe el muro de nuestra resistencia,
ilumina nuestra ceguera ante el sacramento.
Y derrama en nosotros el don del Espíritu,
la fuente de la luz y la inteligencia,
que viene del Padre,
y que nos atraen hacia Ti.
Haz que nuestra fe produzca
abundantes frutos de amor,
de justicia, de paz y de verdad
para invitar de este modo a muchos otros
a entrar en tu alianza.
Amén.

Fuente: Lectio Divina Vicentina

¿Ustedes también quieren dejarme?



   Después de escuchar la enseñanza de Jesús, muchos de sus discípulos decían: «¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?».
   Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen».
   En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede». Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de Él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?».
   Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios».
Evangelio: (Jn. 6, vs 60-69)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 18 de agosto de 2018

La Eucaristía.


Oración:
Creo Señor
que está vivo y presente en la Eucaristía,
que tu carne es verdadera comida,
que tu sangre es verdadera bebida,
que Tú vienes a mí y me transformas,
que Tú me unes más a ti en tu amor total…
que, en la Eucaristía, estás Tú todo,
Dios y hombre verdadero,
que la Eucaristía es el don máximo
de tu amor hacia nosotros,
que Tú te das como alimento para impulsarnos a ti,
Creo Señor, pero ven Tú en mi ayuda
para que cada vez más,
viva por ti y para ti,
siendo Tú todo para mí.
Amén.

Fuente: Lectio Divina Vicentina

Yo soy el pan de vida.



   Jesús dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo».
   Los judíos discutían entre sí, diciendo: «¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?».
   Jesús les respondió:
   «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y Yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y Yo en él. Así como Yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente».
   Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaúm.
Evangelio: (Juan 6, vs 51-59)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 7 de julio de 2018

San Vicente de Paul: La Humildad.


San Vicente nos dice:

«La humildad hace nacer en el alma todas las demás virtudes; si uno es pecador, al humillarse, se hace agradable a Dios.»

San Vicente de Paul

¿No es éste el carpintero?



Jesús se dirigió a su pueblo, seguido de sus discípulos. Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga, y la multitud que lo escuchaba estaba asombrada y decía: «¿De dónde saca todo esto? ¿Qué sabiduría es ésa que le ha sido dada y esos grandes milagros que se realizan por sus manos? ¿No es acaso el carpintero, el hijo de María, hermano de Santiago, de José, de Judas y de Simón? ¿Y sus hermanas no viven aquí entre nosotros?».
Y Jesús era para ellos un motivo de escándalo. Por eso les dijo: «Un profeta es despreciado solamente en su pueblo, en su familia y en su casa». Y no pudo hacer allí ningún milagro, fuera de sanar a unos pocos enfermos, imponiéndoles las manos. Y Él se asombraba de su falta de fe.
Evangelio: (Mc 6, vs 1-6)

Oración:
Perdón por las veces
que dudamos y desconfiamos…
que no nos abrimos a tu acción en nosotros…
que no te buscamos de corazón…
que somos indiferentes a ti…
que no hacemos nuestro camino de fe…
que no gastamos tiempo para las cosas del corazón…
que buscamos pretextos para no creer…
que miramos la vida solo con nuestros ojos
y no con los de Dios…
que Dios no ocupa el centro de nuestra vida…
que no seguimos las enseñanzas del Señor…
que no tomamos a Jesús como camino, verdad y vida…
Señor, no permitas que la dureza de nuestro corazón impida que te encontremos.
Ven Señor, en nuestra ayuda
y danos la gracia de creer siempre en ti.
Que así sea.


Fuente: Lectio Divina Vicenciana