sábado, 20 de diciembre de 2014

Adviento: III Semana.



“Sería equivocada una interpretación que reconociera solamente el obrar exclusivo de Dios, como si Él no hubiera llamado al hombre a una libre respuesta de amor. Pero sería también errónea una interpretación moralizadora según la cual, por decirlo así, el hombre podría con su buena voluntad redimirse a sí mismo. Ambas cosas van juntas: gracia y libertad; el amor de Dios, que nos precede, y sin el cual no podríamos amarlo, y nuestra respuesta, que Él espera y que incluso nos ruega en el nacimiento de su Hijo. El entramado de gracia y libertad, de llamada y respuesta, no lo podemos dividir en partes separadas una de otra. Las dos están indisolublemente entretejidas entre sí. Así, esta palabra es promesa y llamada a la vez. 
Dios nos ha precedido con el don de su Hijo. Una y otra vez, nos precede de manera inesperada. No deja de buscarnos, de levantarnos cada vez que lo necesitamos. No abandona a la oveja extraviada en el desierto en que se ha perdido. Dios no se deja confundir por nuestro pecado. Él siempre vuelve a comenzar con nosotros. No obstante, espera que amemos con Él. Él nos ama para que nosotros podamos convertirnos en personas que aman junto con Él y así haya paz en la tierra.”

Papa Benedicto XVI

Oración:
Alegría de nieve
por  los caminos.
Todo espera la gracia
del  Bien nacido.
En desgracia los hombres,
dura la tierra.
Cuanta más nieve cae,
más  cielo cerca.
La tierra tan dormida
ya  se despierta.
Y hasta el hombre más muerto
se  despereza.
Ya los montes se allanan
y las colinas,
y el corazón del hombre
vuelve  a la vida.
Amén.

Fuente: Aciprensa

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