jueves, 24 de diciembre de 2009

Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.


Por la miseria y el frío;
por la soledad inocente;
por la angustia de la gente;
por el hambre y la muerte.
Señor, ten piedad
en esta noche de Navidad.

Por el proyecto helado de los violentos
por la injusticia en papel sellado;
y por todo lo fabricado
para la guerra en los vientos.
Señor, ten piedad
en esta noche de Navidad.

Por las armas de la muerte
y los poderes armados;
por el oro malgastado
en crucificar a la gente
Señor, ten piedad
en esta noche de Navidad.

Por la viga
que llevamos en los ojos;
por todas las puertas estrechas,
por nuestras anclas de corcho.
Señor, ten piedad
en esta noche de Navidad.

Por los cimientos de arena en que ponemos la paz;
Señor, ten piedad en esta noche de Navidad.

Autor: Esteban Gumucio

Espíritu de Navidad


Jesús les habló de nuevo y dijo:

“Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no caminará en tinieblas, sino que tendrá luz y vida”

( Juan 8, 12 )

domingo, 20 de diciembre de 2009

Editorial: Navidad


Queridos Animadores de Salud:

Estamos frente a la Navidad, que nos convoca la alegría del encuentro con Jesús:
-Siempre que hacemos el bien es Navidad,
-Siempre que ayudamos a un hermano es Navidad,
-Siempre que asistimos a un afligido es Navidad.
Por eso, el Espíritu de Navidad debe estar siempre presente en cada uno de nosotros. Cabe preguntarnos:

¿Qué le podemos ofrecer nosotros a Jesús?

Un camino de conversión, un cambio radical en nuestra vida, en nuestras acciones, acercarnos a los Sacramentos para que ellos a su vez, nos ayuden y nos acerquen a la Gracia Divina. Orar y establecer cada día un diálogo cada vez mejor con Jesús.
Así podremos decir: “Feliz Navidad” de corazón, deseándonos la Paz y la Alegría del encuentro con Dios hecho niño, envueltos en su verdadera humildad.

Deseándoles muchas felicidades y un Feliz Año 2010.

Sor Paquita Martínez G.
Hija de la Caridad

Quienes somos: Bicentenario de Chile (1)


Participación de Animadores de Salud en el Evangelio de Chile


El 18 de octubre recién pasado se realizó una de las ceremonias de escritura del Evangelio de Chile, regalo que la Iglesia Católica otorgará al país con motivo de la celebración del Bicentenario de Chile.
Se trata de la copia manuscrita del Nuevo Testamento que se transformará en un gran libro. Se invitó a diversas personas que fueron elegidas, según lo establecido, por cada Diócesis Católica del país.
Fueron cerca de 8 mil “copistas” representando a toda la sociedad y se realizó en más de mil lugares, tales como templos, escuelas, hospitales, cárceles, entre otros. Cada uno de ellos asumió un importante compromiso, ya que transcribió un versículo completo del Nuevo Testamento durante una de las mil liturgias que se están efectuando.

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Quienes somos: Bicentenario de Chile (2)


Participación de Animadores de Salud en el Evangelio de Chile


Esta ceremonia fue especial para los Animadores de Salud ya que tres de sus integrantes participaron como copistas.
Un gran regalo y bendición del Señor para nuestro grupo, una huella más que quedará formando parte de la historia de nuestro querido país.
Es un maravilloso regalo que también tiene una labor evangelizadora y que estará al alcance de todos por medio de Internet y en copias que serán sacadas del original, una vez terminado, en marzo del 2010.

Reflexiones: Los valores (1)


Los Valores: (1)
Autor: Animadores de Salud

La importancia de crecer con valores.

Todos tenemos en la mente una idea de cómo nos gustaría que fuese la sociedad, en qué mundo queremos que vivan nuestros hijos: un sitio limpio, en el que las personas se ayuden y respeten, donde todos tengamos los mismos derechos. Después salimos a la calle pensando en el trabajo, la compra, sigue la vida y se nos olvidan todos esos buenos propósitos. De pronto queremos ser los primeros en cruzar la pista, nos molesta ese coche despistado que pone lenta la circulación, se nos olvida dar los buenos días al portero; y así, día tras día seguimos actuando ante la mirada siempre atenta de los niños que, ya se sabe, lo absorben todo como esponjas. Hasta los doce años, aproximadamente, el hogar es la principal fuente de valores, derechos y deberes del niño. Si de pequeño no nos hemos acostumbrado a guardarnos el envoltorio en el bolsillo cuando no hay una papelera a mano, a no poner la música muy alta para no molestar al vecino, a dar las gracias cuando nos hacen un favor o a no insultar a los que son diferentes, será más complicado aprenderlo luego. Porque el civismo, el respeto, la honestidad y todos los valores humanos son en gran medida hábitos, rutinas que aprendemos en la familia de forma inconsciente y que más adelante llegamos a valorar con la reflexión que permite la madurez. Si queremos que nuestros hijos alcancen esa sociedad tan soñada debemos empezar por crearla nosotros mismos y “hacer lo que decimos”.

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Reflexiones: Los Valores (2)


Los Valores (2)
Autor: Animadores de Salud



La familia es la primera y la más importante comunidad de amor donde se van aprendiendo las lecciones más importantes de la vida. En ellas vamos captando vitalmente el valor de cada persona, la importancia de una libertad responsable, el significado de la verdad y de la justicia, el sentido del dolor como camino de crecimiento y la riqueza inagotable del compartir. La familia es el lugar de la primera sonrisa, donde el hombre reconoce al hombre a través de la madre, del padre, los hermanos, los abuelos, los amigos, los vecinos. En la familia se dan los pasos fundamentales en el conocimiento de sí mismo y de los demás que van a marcar la manera de ser hombre o mujer.
En la familia se aprende a dar y a recibir, a respetar y a ser respetado, a amar y a ser amado, a ser generosos, fieles, honestos y responsables. La familia cristiana tiene el grandísimo reto de formar en la verdad y en la rectitud la conciencia moral de los hijos, respetando escrupulosamente su dignidad y libertad, de modo que les ayude a formarse una conciencia recta sobre las grandes cuestiones de la vida humana: la adoración y respeto a Dios Creador y Salvador, el amor a los padres, el respeto a la vida, al propio cuerpo y al de los demás, el respeto de los bienes materiales y del honor del prójimo, la fraternidad entre todos los hombres, el destino universal de los bienes de la creación, la no discriminación por motivos religiosos, sociales o económicos, etc.

Continúa en Valores (3)

Reflexiones: Los Valores (3)


Los Valores (3)
Autor: Animadores de Salud

El hombre actual está cada vez más persuadido de que la dignidad y vocación de la persona humana requiere que, guiado por la luz de su inteligencia, descubra los valores inscritos en su naturaleza, los desarrolle sin cesar y los realice en su vida, logrando así un progreso cada vez mayor. Ahora bien, en sus juicios sobre los valores morales, es decir, sobre lo que es bueno o malo y, por ello, sobre lo que debe hacer u omitir, no puede proceder según su personal arbitrio. El hombre, en lo más hondo de su conciencia, descubre la presencia de una ley que él no se dicta a sí mismo y a la que debe obedecer. Esta ley ha sido escrita por Dios en su corazón, de modo que, además de perfeccionarse con ella como persona, será esta ley por la que Dios lo juzgará personalmente.

Los valores ¿qué son ?

Valor es un principio que preside y regula el comportamiento de las personas en cualquier situación.
Los valores están antes de la reglas y del comportamiento, son motores de la conducta del individuo y de la colectividad que los cultiva. Los valores son las guías que motivan las actitudes que rigen la conducta del individuo.
Valor y actitud forman un conjunto, una configuración estímulo-respuesta y son los elementos dinamizadores del comportamiento humano.
Las actitudes son tendencias a expresarse de manera persistente ante objetos, personas o situaciones, de una forma determinada. Las actitudes son la expresión con que el individuo traslucirá los valores que posee. Las actitudes traducen el comportamiento, son consecuencia de los valores.

Continúa en Valores (4)

domingo, 29 de noviembre de 2009

Reflexiones: San Vicente de Paul


“Heraldo de la ternura y de la misericordia de Dios”, fueron las palabras que Juan Pablo II dedicó a San Vicente de Paul, quien fue declarado Patrón Universal de la Obras Caritativas.
San Vicente es una imagen viva de la bondad de Dios. La misericordia nació
con él. Hizo su alma compasiva y atenta a todas las necesidades de sus hermanos. Él las encerró todas en el seno de su caridad inmensa sin detenerse sólo en la compasión.
La caridad de San Vicente fue prodigiosa por su extensión; ningún tipo de miseria escapó a sus cuidados: pobres oprimidos por el peso de sus enfermedades y de sus años que arrastran en las calles una vejez incómoda; presidiarios frecuentemente más infelices por sus pecados que por la pesadez de sus cadenas; pobres enfermos faltos de recursos, los niños expósitos, los mendigos, los pecadores y los enfermos espirituales.
Las almas de los pobres fueron preciosas a los ojos de San Vicente. Su interés se cifró en instruirlas, catequizarlas, oír sus confesiones y ponerlas en el camino de la salvación. Les habla del Reino de Dios, los consuela, les enseña a merecer una gloria eterna.

¿Qué dice San Vicente a los cristianos de hoy?..¿Qué me dice a mí?

“Ahí tienes a los pobres. No cierres tus entrañas ante ellos. Un día serán tus jueces en la hora final ante Aquel que quiso ser pobre, y que en aquel momento te preguntará: ¿Qué has hecho de mi hermano?. Tu causa no puede ser otra sino la de ellos si eres verdadero seguidor de Jesucristo. No atiendas al pobre a distancia, acércate, y mírale a los ojos como hermano, con bondad y compasión. Esto es arriesgado y comprometido, pero es la única manera de devolverles, sin herirles, la dignidad de seres humanos e hijos de Dios a los que el despojo, la explotación, el dolor, la ignorancia, la desnutrición y la muerte les coloca constantemente en esa inacabada agonía”
Ten presente en cada momento de tu vida la palabra de Jesús:

“Cuantas veces hicisteis un servicio a uno de estos pequeñuelos, a mí me lo hicisteis” (Mt. 25,40)

jueves, 17 de septiembre de 2009

Reflexiones: Valores Humanos. Parte 6


Valores Humanos Parte 6 (final)
Autor(a): Stella Solano


Cuando una persona utiliza constantemente LO MEJOR DE SÍ MISMO, estas características terminan por imponerse a sus propias limitaciones, lo cual da como resultado la apertura de muchas fuentes de satisfacción para su vida, no solamente en el campo económico sino en todas las demás áreas de su vida, ya que al expresar lo mejor de sí mismo, la vida devuelve como compensación lo mejor que ella tiene para cada quien.

El valor se reconoce en resultados. Una virtud interna que lleva a producir un resultado satisfactorio: paz interior y felicidad constante, nos permite comprobar que ahí se utilizaron valores. Se debe verificar en doble vía: “yo sentirme bien y los demás también”. Cuando los expreso y los demás los reciben, se genera una gran satisfacción y un mejoramiento de la condición humana.


Autor(a): Stella Solano Discípula de Gerardo Schmedling Torres

Reflexiones: Valores Humanos Parte 5


Valores Humanos. Parte 5
Autor(a): Stella Solano


El desarrollo de las cualidades es un procedimiento que requiere un esfuerzo voluntario del individuo, para no dejarse llevar por las reacciones que se originan en sus limitaciones aprendidas, sin embargo este esfuerzo se verá ampliamente recompensado con los resultados de satisfacción que la persona podrá verificar en poco tiempo a nivel de todas sus relaciones y por supuesto, en el campo laboral y económico.

El secreto del éxito consiste en saber aprovechar adecuadamente tus propios valores.

Una simple ley de la naturaleza nos dice: “Lo que se usa y trabaja constantemente, se entrena, se fortalece y se impone”.

Analizando esta ley, se puede concluir con facilidad la causa de los fracasos, sufrimientos, angustias y temores de los seres humanos, y darse cuenta de cuál es el centro de comportamiento más entrenado en la mayoría de la gente, puesto que las personas generalmente actúan desde sus propias limitaciones y éstas terminan por imponerse a sus propias virtudes, dando como resultado los constantes fracasos a nivel de sus relaciones, con lo cuál también limitan en gran medida sus posibilidades de alcanzar satisfacción en el campo económico, familiar y laboral.

Reflexiones: Valores Humanos Parte 4


Valores Humanos. Parte 4
Autor(a): Stella Solano

Cuando tomamos conciencia de nuestros valores y decidimos desarrollarlos y entrenarnos en la permanente expresión de los mismos, los resultados que obtenemos en todas las áreas de nuestra vida cambian radicalmente.

Hoy la mayoría de las personas reciben influencias y definen su valor en las posesiones materiales, posición social, poder económico o apariencia externa. Esta descripción engañosa de la fuente del valor verdadero crea una sociedad posesiva, egoísta, avara y competitiva, siendo en gran medida causal del conflicto, la guerra, la explotación, la corrupción y el individualismo.

Cuando nace en la persona el reconocimiento universal de una jerarquía de valores que ascienden desde los valores materiales más bajos a los valores espirituales más elevados, como son la paz, el amor, la confianza, el compromiso, el desapego, la generosidad y la sabiduría, inspira cambios positivos que le permiten alcanzar el éxito, la abundancia y la prosperidad en su vida y contribuye a la transformación del mundo.

El mundo se convertirá, automáticamente, en un lugar mejor cuando cada individuo se convierta en una mejor persona.

Reflexiones: Valores Humanos 3



Valores Humanos. Parte 3
Autor(a): Stella Solano

En los momentos críticos de la vida reconocemos la necesidad de los valores. Un niño abandonado o maltratado siente miedo y sufre. El que vive sin utilizar sus valores siente lo mismo. La conciencia se alimenta de valores.
Los valores son los tesoros escondidos de la vida, hacen a los seres humanos poderosos, exitosos, ricos, felices y pacíficos. Una vida llena de valores es una vida plena, significativa y digna.

Los valores ofrecen independencia y libertad; expanden la capacidad de autovaloración y capacidad de amar desarrollando la seguridad interior que permiten a la persona liberarse de las influencias externas.

Los valores brindan el poder que hace posible eliminar las debilidades y los defectos permitiendo desarrollar la capacidad de servir a los demás incondicionalmente y sin restricción alguna. A medida que desarrollamos los valores en nuestro interior vamos mejorando nuestra capacidad de relacionarnos armónicamente con el mundo en que vivimos y construyendo una vida llena de satisfacción.

El desarrollo espiritual permite la expresión externa de un estado interior. Una persona que realmente reconoce su valor intrínseco y el de los demás, reconoce que el valor no es algo asignado por fuentes externas, sino que viene de una fuente interna, originada y sustentada en una fuente Universal, Divina y Eterna.

Reflexiones: Valores Humanos. Parte 2


Valores Humanos. Parte 2
Autor(a) Stella Solano

Cuando nuestras decisiones están guiadas por los valores, encontramos paz en nuestro interior y generamos armonía a nuestro alrededor.

El desarrollo espiritual permite la expresión externa de un estado interior.

Los problemas o dificultades que enfrentamos constantemente, se originan en que manejamos las situaciones normales de la vida desde las limitaciones aprendidas y, aún muchas de las oportunidades que la vida nos ofrece, las vemos como dificultades y las convertimos en “problemas”, así no es raro que sean pocas las personas que realmente logran alcanzar el éxito, tanto en los aspectos económicos y sociales, como en su desarrollo de conciencia, lo cual les permite a estas personas, hacer excelentes relaciones y encontrar muchísima satisfacción en todas las áreas de su vida.
El secreto del éxito consiste en manejar toda situación que la vida nos presente, como una maravillosa oportunidad de crecimiento y desarrollo de nuestras facultades, para lo cual es necesario actuar siempre con lo mejor que hay en cada uno de nosotros, sin importar para nada lo que pueda estar sucediendo o la situación que nos corresponda manejar.

Reflexiones: Valores Humanos Parte 1


Valores Humanos. Parte 1
Autor(a): Stella Solano

Los valores son los tesoros escondidos de la vida, hacen a los seres humanos poderosos, exitosos, ricos, felices y pacíficos. Una vida llena de valores es una vida plena, significativa y digna.

A través de la Historia, por encima y más allá de la competencia entre las personas, los partidos políticos, las religiones, razas, culturas o las rivalidades de los poderes económicos, ha permanecido una fuerza constante: la incontrolable fuerza de los valores humanos.

Todas las personas tenemos el deseo común de dar significado a nuestra vida, trascendiendo nuestras limitaciones, nuestras diferencias étnicas, raciales, de lenguaje o posición social. No importa quiénes somos, cómo somos, para dónde vamos o de dónde venimos, en la vida todos intentamos encontrar la realización interior, la felicidad y la paz.

Entonces, los valores son nuestra guía a lo largo del camino. Son la base para dar los pasos más simples y sencillos, pero firmes y profundos que damos en la vida. Nos permiten distinguir el camino correcto, verdadero y adecuado, del incorrecto, falso e inadecuado y así, por medio de nuestro desarrollo interno, podamos tener la capacidad de elegir el primero, aunque normalmente sea el más largo y el que demanda un gran esfuerzo de nuestra parte.

Editorial




En vísperas de la Natividad de la Santísima Virgen María, les mando este
saludo a cada uno de ustedes y sus familias, deseándoles estén bien de salud a pesar de que el Invierno aún está muy fuerte para todos.
Sé de algunos que han estado enfermos y también de una Animadora de Rancagua que falleció víctima de un cáncer, roguemos al Señor por su eterno descanso y para que su familia encuentre la paz, el Señor le recompensará todo el bien que hizo, su entrega generosa al prójimo y le debe haber dicho: “Ven, bendita de mi Padre, porque estuve enfermo y me viniste a visitar, me cuidaste, entra a formar parte del Reino que os está merecido por vuestro trabajo, ¿cuándo? Cuando lo hiciste con el prójimo”, ella fue portadora del Amor de Dios, de los gestos de Jesús, haciendo lo que El hizo en la Tierra.
Que la Santísima Virgen María nos permita seguir avanzando en este camino de Fe, imitando su gran ejemplo, manteniéndose fiel a su Hijo hasta la cruz. María la fiel discípula de Jesús.
Grande es la tarea de un discípulo que quiere seguir este camino, aunque tengamos cansancios, titubeos en algunos momentos, el Señor cuenta con ello.
He estado ausente un tiempo. Tiempo en que estuve visitando a mi familia, que también en ella hay enfermos, colaborando un poco, para hacer más liviana la carga y regresé el 14 de Julio pasado, muy contenta para seguir y navegar en esta barca que me estaba esperando al otro lado, como discípula del Señor.


Los abraza con cariño.


Hna. Paquita Martínez

Hija de la Caridad

domingo, 23 de agosto de 2009

Actividades

El día Sábado 22 de Agosto del 2009, se realizó el encuentro de todas las agrupaciones de la Familia Vicentina de Chile. En dicho encuentro representantes de las agrupaciones: ASEVI, Asociación de la Medalla Milagrosa, Animadores de Salud, Sociedad de San Vicente de Paul, Juventudes Marianas Vicentinas, Congregación de la Misión (Misioneros Vicentinos) e Hijas de la Caridad, presentaron sus grupos detallando la misión que realizan, sus proyecciones y sueños futuros. Asimismo un miembro de cada agrupación dió un testimonio de su paso por el grupo.

Cabe señalar que a este encuentro se invitó a personas ajenas a los grupos, pero que indirectamente se han encontrado colaborando en diversas actividades relacionadas, esto para invitarles a participar más y para, al mismo tiempo, obtener su visión particular de cada una de las agrupaciones.



lunes, 6 de julio de 2009

Reflexiones parte 4 final

4. Limpieza del Edificio

¿De qué depende la limpieza del matrimonio? De los mil detalles de cada día. De quitar cada día lo que ensucie, ese polvo que cae casi sin percibirlo. De no dejar acumulada ropa sucia, ni arrinconada la basura. ¡Fuera!

Limpieza en el dormitorio. Nada debe haber ahí que manche la intimidad del matrimonio. Limpieza de palabras, de gestos, de miradas. ¡Qué conversaciones tan limpias deberían hablarse ahí! La oración común en el dormitorio va limpiando a la pareja cada noche y la va fortaleciendo en sus vínculos.

Limpieza en la mesa del comedor. Es la mesa la que va a unirnos varias veces al día a los miembros de la familia, para compartir el pan, las alegrías, las lágrimas, los proyectos. En la mesa se da el banquete familiar. Por eso, ahí debe haber limpieza suma. Allí en la mesa, nos miramos mutuamente, sonreímos, charlamos, disfrutamos de ese gozo de sabernos amados, queridos. En la mesa tenemos la oportunidad de practicar y crecer en muchas virtudes: apertura, respeto, servicialidad, moderación, generosidad.

Sobre la mesa se pone el pan, las flores y el cariño. El pan que se parte, se reparte, se comparte. Las flores que adornan y embellecen la mesa familiar. Ahí se ofrece el cariño, que es esa corriente cordial que electrifica a todos los miembros y les permite el darse mutuamente, el abrirse, el comprenderse, el perdonarse. En la mesa hay que evitar el discutir, el pelearse, el encerrarnos en nosotros mismos…, pues todo esto ensuciaría el amor del matrimonio e impediría una buena digestión, creando un clima de crispación y rivalidad.

En la mesa hay que evitar el querer comer a solas, en un rincón, o después de todos…como islas; así, simplemente, se corta con esa corriente afectiva y familiar, y se convierte uno en su misma casa, en un huésped extraño que entra y sale. Ha convertido su casa en un hotel, o posada, donde se va a comer, a dormir, a tomar una ducha o a cambiarse de traje, cuando se quiere.

Limpieza en la sala de estar. No permitir hablar mal de nadie, cuando vienen huéspedes o amigos. La sala de estar debe estar limpia de envidias, maledicencias, calumnias. La sala de estar debe tener siempre el florero lleno de flores olorosas: el buen humor, la benedicencia, el respeto, la jovialidad, la alegría. En la sala de estar no debe acumularse el humo de cigarrillos, de la frivolidad y de la chabacanería. La sala de estar debe tener vista al patio o al jardín, para que allí se vea lo que se hace sin intenciones torcidas.

Limpieza en el patio, porque ahí deben jugar los niños. Que haya árboles, y columpios y jardín. Pero todo limpio. La limpieza ayuda a los hijos a oxigenarse, airearse y a crecer sanos.

5. Altura del Edificio

La altura del edificio matrimonial depende de la generosidad en el amor fecundo, abierto a la vida. Dios dijo a la primera pareja de la historia, Adán y Eva: “Creced y multiplicaos”.

Así como Dios es generoso con nosotros, así también los matrimonios deben ser generosos en transmitir la vida. ¡Que hermoso es ver esas familias numerosas, donde los hijos alegran cada rincón de la casa! ¡Como se ejercitan en el cariño, en la donación, en la preocupación de unos por otros… cuando son muchos hermanos! Comparten todo, juegan juntos; las cosas pasan de hermano a hermano y de hermana a hermana; ¡Que lindo! También a veces se pelean, pero después se reconcilian. Si solo hay un hijo en casa, ¿Con quién juega, con quién comparte sus cosas, a quién sonríe, con quién se pelea, con quién hace las paces? No tiene hermanos. El niño que no tiene hermanitos es más propenso a la tristeza, al egoísmo, al aislamiento. Se le acorta el crecimiento afectivo y psicológico.

Familias, sean generosas ¡Amen, sean portadoras de amor, defiendan el amor, protejan el amor, den amor!


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Reflexiones parte 3

3. Luminosidad del Edificio

¿De qué depende la luminosidad de una casa? De los ventanales. Una casa sin ventanas al exterior se convierte en una casa lúgubre, oscura y propensa a la humedad.
Lo mismo en el matrimonio. La luminosidad en el matrimonio depende de los grandes ventanales. ¿Para qué los grandes ventanales? Los grandes ventanales permiten airear todos los rincones de la casa, para que no se acumulen los malos olores. Los grandes ventanales permiten la entrada de luz al hogar… y entrando la luz mueren las bacterias, la humedad, los hongos. Entrando la luz, se puede percibir mejor el polvo y las cosas sucias, y así poder limpiarlas, barrer bien todo. Los grandes ventanales permiten descansar la vista y alargarla hacia los anchos horizontes, ver las necesidades del mundo y de los hombres. ¡Familias, construyan en sus hogares grandes ventanales!

No para que dejen entrar los malos aires que hoy soplan por ahí: el aire del egoísmo, que quiere evitar los nacimientos por medios ilícitos, artificiales, porque según dicen- “familia pequeña, vive mejor”; ¡esto es egoísmo!; el aire del hedonismo, que busca el placer por el placer mismo; el aire del consumismo, que prefiere una heladera o un nuevo apartamento, a un nuevo hijo; el aire de la emancipación y liberación de la mujer, a quien se le obliga trabajar fuera de casa todo el día “ porque así se realiza mejor, profesionalmente”, pero nunca está en casa para educar a sus hijos, para convivir con sus hijos; el aire del matrimonio a prueba, mientras tanto, a ver si funciona; el aire divorcista, separatista, para hacerse un nuevo amigo sentimental.

¡Grandes ventanales para que entre el aire renovado del Espíritu que sopla donde quiere y trae aromas del cielo! ¡Grandes ventanales para que la brisa suave de la oración matutina y vespertina consuele a toda la familia! ¡Grandes ventanales para poder ver la Iglesia de nuestra zona y acordarnos de ir a misa en familia y rezar antes de las comidas, o ante una imagen de la Virgencita! ¡Grandes ventanales para ver lo mucho que sufren nuestros hermanos, los hombres, y poderles echar una mano!

¡Grandes ventanales como los de la casa de la Sagrada Familia, que era todo ventanal, donde tanto María, como José y el Niño, miraban a todos los hombres y se compadecían o los ayudaban!

¡Que no haya recovecos en nuestros hogares, puertas secretas y oscuras, teléfonos escondidos desde donde llamar a piratas que quieren destruir nuestro hogar, nuestra familia, nuestros hijos!

Luminosidad en el matrimonio y no mentira, falsedad, apariencia, infidelidad.

sábado, 20 de junio de 2009

Actividades




Historia


Breve reseña
El Pontificio Consejo “Cor Unum”, que coordina las actividades de la Iglesia en el campo médico y sanitario, considera que una forma de abordar las necesidades fundamentales en Salud, es entregar una educación sanitaria mejor planificada en las comunidades humanas y suscitar en ellas el esfuerzo para que se movilicen, para liberarse de las enfermedades, la ignorancia y la pobreza.
La Compañía de las Hijas de la Caridad responde a este llamado de la Iglesia y elabora un proyecto de capacitación y atención de la salud llamado: “Animadores de Salud”, que recibe el reconocimiento oficial del Ministerio de Salud según O.M N° 3E/3637, de fecha 2 de Mayo de 1984.
Animadores de Salud es una Asociación de Laicos, dirigida por las Hijas de la Caridad, que aterrizando su fe en Cristo, actúan animando la Salud física, social, mental, espiritual, valórica y emocional de todas aquellas personas que les rodean, especialmente los más pobres, los más pequeños y los que sufren.
El Animador de Salud es un cristiano con fe comprometida, que como San Vicente de Paul y Santa Luisa de Marillac, quiere encarnar la Caridad de Cristo en el mundo de hoy, comunicando a la Humanidad con su ser y hacer, que Dios les ama.
Los estatutos de la Asociación están inspirados en el reglamento que San Vicente de Paul elaboró en el documento de Chatillón, en 1617, para las mujeres de las primeras Caridades, en el cual resaltan dos aspectos:
· Ayudar al cuerpo: animando la salud física, social y mental.
· Ayudar al alma: animando la salud espiritual, valórica y emocional
Para poder realizar este servicio, el Animador de Salud recibe una formación científica sencilla, inicial y continua, junto a una formación espiritual que se fortalece con la Palabra del Señor, la Oración y los Sacramentos. Debe ser fiel a Jesucristo: de palabra y de testimonio.
El emblema es una cruz con una S que indica que Cristo es Salud Plena, y una lámpara encendida que señala la Luz de Cristo.
La Santísima Virgen de la Visitación es la Patrona de los Animadores de Salud. Los Animadores de Salud están dirigidos por la Visitadora de la Compañía de las Hijas de la Caridad, quien delega esta función en una Hermana, que es Directora y Asesora Nacional. Ejerce este servicio junto a un Consejo, que está integrado por la Directiva Nacional. Este equipo recibe el apoyo de un grupo de profesionales en la parte médica y de las Hijas de la Caridad y los Padres Vicentinos en la parte espiritual.
-Lugar de Inicio : Copiapó – Chile.
-Fecha de Fundación : 27 de Mayo de 1977.
-Fundadora : Sor María Prat Masó, Hija de la Caridad.

Así somos


Quienes somos


Reflexiones, parte 2

2.-Belleza del edificio
La belleza de una casa depende del buen gusto en las dimensiones, proporciones, simetría.
Y la belleza de un matrimonio, ¿de qué depende? del Amor. El amor es el que embellece al matrimonio, le da sus perfiles hermosos, permite la serenidad en cada rincón de la casa, hace sonreír a padres e hijos.
¿Qué es el Amor? Es difícil definir el amor, pues el amor no es para explicar. El amor es para vivir, para dar, para recibir. El amor es esa fuerza interior que me hace salir de mí mismo para darme a los demás, para entregarme a mi amado, sin buscar compensación, sin obligarle ni forzarle a que me ame. El amor es saber callar los defectos del otro, salir al encuentro del otro cuando lo necesita, es ofrecerme al otro, perdonar al otro, comprender al otro, ofrecerle limpiamente mi cariño. El amor exige una buena cuota de desprendimiento personal, de sacrificio y de renuncias por la persona a quien amo.
¿Por qué el amor embellece el edificio matrimonial? Porque va quitando aristas que sobran, puliendo superficies rugosas, limpiando azulejos sucios, empapelando con buen gusto paredes en mal estado. El amor se fija en el detalle bello del ramo de flores para la esposa, en ese dejar la ropa olorosa al esposo. El amor es el perfume del hogar. El amor es afecto, ternura, acercamiento cariñoso al estado anímico del otro. El amor es amistad, quiere el bien del otro y une las personas. El amor no se empolva. El amor verdadero embellece el hogar. El amor rejuvenece al matrimonio.
El amor es fuego que calienta esa casa. La primera que lo enciende es la madre, que es el corazón de la familia y es la primera en levantarse. Ese fuego que el marido, el papá, debe mantener a lo largo del día, desde su trabajo, llamando por fono a su mujer, trayendo a casa siempre y todos los días, algo de leña para alimentar ese fuego del amor en el hogar. ¡Que no traiga el cubo de agua de sus disgustos, para echarlo encima y apagar ese fuego! Ese fuego del que se alimentan los hijos, les hace crecer sanos, física, psicológica y espiritualmente. Este fuego hay que colocarlo en el centro del hogar y desde ahí se irradiará a todos los rincones. Ese fuego se alimenta cada día con la piedad, el rezo en familia, la devoción mariana.
Que no pase un día sin alimentar y acrecentar ese fuego con la oración en familia. A veces cuesta encender ese fuego en los hogares, sobre todo, si se dejan todas las puertas y ventanas abiertas a todos los aires, o se cuela el hielo del Invierno y de la indiferencia. ¡Familias, enciendan el fuego del amor durante su vida, poniendo cada uno la leña del sacrificio que han ido consiguiendo a base de esfuerzo y de trabajo! ¡Defiendan ese fuego, aunque tengan que quemarse las manos y el corazón! Sin el fuego del corazón, se destruye el hogar, la familia, el matrimonio, todo.
La falta de amor envejece el matrimonio, desteje el paño familiar, raya las escaleras que hermosean la casa, quiebra las lámparas colgantes, ensucia las alfombras de los recibidores y exhala un mal olor en toda la casa. La falta de amor provoca las discusiones, hace subir el tono, hiere los sentimientos de las personas a quien más deberíamos amar. La falta de amor distancia los corazones, las almas y los cuerpos. La falta de amor descuida los detalles y le hace a uno ser grosero.

Reflexiones, parte 1


El Edificio del Matrimonio.
Por Antonio Rivero, reproducido desde www.aciprensa.com
Arivero@legionaries.org

Quiero comparar el matrimonio a un gran edificio que se va construyendo día a día, minuto a minuto, segundo a segundo. El día del casamiento se pone el primer ladrillo. Y el día de la muerte, el último.
Del esposo y de la esposa, junto con los hijos, depende:
-La solidez de ese edificio.
-La belleza de ese edificio.
-La luminosidad de ese edificio.
-La limpieza de ese edificio.
-La altura de ese edificio.

1.- Solidez del edificio
¿De qué depende la solidez del edificio matrimonial?
De los cimientos y columnas. La solidez de una casa no depende de los cuadros que colgamos en la pared, ni de la antena parabólica, ni de la hermosa chimenea que hermosea y calienta el rincón de nuestra casa. Para que un matrimonio sea sólido, resistente a todos los vientos, huracanes y sismos, es necesario que tenga unos cimientos bien sólidos, graníticos, macizo.

¿Cuáles son esos cimientos y columnas sólidos y macizos en el matrimonio?
La Piedad, esa virtud hermosa que reúne a toda la familia en torno a Dios todos los Domingos, que junta todos los días a padres e hijos junto a un cuadro o una imagen de la Virgen a quien rezan un poco. La piedad es la que mueve a esa familia a bendecir los alimentos antes de las comidas.
La Fe es otro cimiento y columna sólida en el matrimonio. La fe que les permite ver todas las cosas que les ocurren a la luz de Dios, es más ven la mano de Dios en todo. La fe les hace superar las crisis y posibles vaivenes de la vida.
El Amor es una columna sin la cual el edificio del matrimonio se derrumba. El amor como entrega, sacrificio, donación, capacidad de comprensión y bondad.
La Fidelidad no puede faltar como cimiento que sostiene toda la casa matrimonial. La fidelidad a la palabra dada. La fidelidad al otro cónyuge. Fidelidad a los deberes del propio estado. Fidelidad en la prosperidad y en la adversidad, en la salud y en la enfermedad.
Y Sacrificio, como cimiento macizo del edificio matrimonial. ¿Qué es el sacrificio? Es ese saber sufrir, soportar, aguantar todos los contratiempos de la vida. Ese poner buena cara a lo que nos cuesta o nos desagrada. La vida matrimonial y cualquier vida humana está llena de sacrificio, porque el sacrificio es ingrediente del devenir humano. Es el sacrificio el que nos hace madurar y va quitando de nosotros esas actitudes egoístas y caprichosas.
Si estos son los buenos y sólidos cimientos, ¿cuáles serían los cimientos débiles, de paja, de barro?.. Los gustos, los caprichos, el egoísmo, la indiferencia religiosa.



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Pascua de Resurrección




Jesús dijo:
"Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá; y el que halla creído en mí, no morirá para siempre"
Juan 11 25,26

Editorial

Queridos Animadores de Salud:

¡Qué la Paz y la Alegría que nos regala el Señor Jesús esté con cada uno de nosotros!
Me dirijo en este inicio de año con un nuevo ardor y alegría para que juntos podamos tomar un nuevo impulso en esta misión como Animadores de Salud, a la cual el Señor nos ha llamado. Juntos podemos hacer muchas cosas.
Digo dar un nuevo impulso, porque necesitamos renovarnos todos, y tomar en serio nuestro compromiso y responsabilidad en el Ser y Hacer como Animadores. Seremos Agentes Multiplicadores, si somos verdaderos Discípulos y Misioneros de Jesús, esto mismo lo hago extensivo para mí como Asesora y Directora del Programa.
Creo que es bueno revisarse cómo estamos viviendo este compromiso y ver que respuesta estamos dando. Todos debemos hacer un esfuerzo y coincidir en querer dar un Nuevo Impulso a nuestra Asociación.
Hemos pensado que para fortalecernos, uno de los elementos que nos puede ayudar es profundizar en el valor que tiene la Familia en la formación de cada persona y de sus valores, por lo tanto, nuestra formación estará centrada en este gran tema.
La Familia, edificio del Matrimonio, es el pilar fundamental de la Sociedad y de la Iglesia. Este pilar hay que consolidarlo, ya que se está quebrajando, y tenemos que hacer algo para ayudar a tomar conciencia de su importancia. Hemos elegido 42 valores que nos ayudarán a mejorar nuestra calidad de vida, nuestra Armonía personal, familiar y grupal.
Por otra parte, tenemos un gran desafío: la Misión Continental, que viviremos este Año. Dejemos actuar al Espíritu Santo, como lo hicieron los Apóstoles, y salgamos al Encuentro del Señor en los hermanos. Tiempo para aprender a Ver con los ojos Misericordiosos de Jesús. Para ello necesitamos prepararnos con la Oración y con su Palabra. Que este tiempo esté marcado por el sacrificio, visitemos a los enfermos y que nuestra acción caritativa sea cada día más fuerte.
Tengan la seguridad de mis oraciones por Uds. y sus familias, los abrazo con cariño.

Sor Francisca Martínez G
Hija de la Caridad

Introducción


Sirve la nube, sirve el viento, sirve el surco.
Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú.
Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú.
Sé tú el que apartó la piedra del camino,
El odio entre los corazones, las dificultades del problema.
Hay la alegría de ser sano y la de ser justo.
Pero hay, sobre todo, la hermosa, la inmensa tarea de servir.
¡Qué triste sería el mundo, si todo en él estuviera hecho,
si no hubiera un rosal que plantar, una empresa que emprender…!
No sólo se hace mérito con los grandes trabajos;
Hay pequeños servicios: adornar una mesa, ordenar unos libros…
El servir no es tarea de seres inferiores.
Dios, que da el fruto y la luz, sirve.
Y tiene fijos los ojos en nuestras manos
Y nos pregunta cada día: ¿ serviste hoy…?

Autor: Gabriela Mistral