sábado, 13 de julio de 2013

¿Quién es mi prójimo?



En aquel tiempo, se presentó un maestro de la Ley y le preguntó a Jesús para ponerlo a prueba: "Maestro, ¿qué tengo que hacer para heredar la vida eterna?"
Él le dijo: "¿Qué está escrito en la Ley? ¿Qué lees en ella?"
Él contestó: "Amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas y con todo tu ser. Y al prójimo como a ti mismo."
Él le dijo: "Bien dicho. Haz esto y tendrás la vida."
Pero el maestro de la Ley, queriendo justificarse, preguntó a Jesús: "¿Y quién es mi prójimo?"
Jesús dijo: "Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo.
Pero un samaritano que iba de viaje, llegó a donde estaba él, y, al verlo, le dio lástima, se le acercó, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacó dos denarios y, dándoselos al posadero, le dijo: "Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré a la vuelta." ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del que cayó en manos de los bandidos?
"
Él contestó: "El que practicó la misericordia con él."
Díjole Jesús: "Anda, haz tú lo mismo."

Evangelio: (Lucas 10, vs 25-37)

Oración:

Señor, cuando tenga hambre
dame a alguien que necesite comida.
Cuando tenga sed,
mándame a alguien que necesite bebida.
Cuando tenga disgusto,
preséntame a alguien que necesite consuelo.
Cuando esté pobre,
ponme cerca de alguien necesitado.
Cuando alguien me falte,
dame la ocasión de alabar a alguien.
Cuando esté desanimado,
mándame a alguien a quien tenga que darle ánimos.
Cuando sienta la necesidad de comprensión,
mándame a alguien que necesite la mía.
Cuando tenga necesidad de que me cuiden,
mándame a alguien que tenga que cuidar.
Cuando piense en mi mismo,

atrae mi atención hacia otra persona.

Madre Teresa de Calcuta.
Fuente: Lectio Divina Vicenciana

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