sábado, 1 de junio de 2013

Jesús multiplica el pan.



11  Pero la gente se dio cuenta y lo siguieron. Jesús los acogió y
      se puso a hablarles del Reino de Dios, y devolvió la salud a
      a los que necesitaban curación.
12  El día comenzaba a declinar. Los Doce se acercaron para
      decirle: “Despide a la gente. Que vayan a las aldeas y
      pueblecitos de los alrededores en busca de alojamiento y
      comida, porque aquí estamos en un lugar solitario.”
13  Jesús les contestó: “Denles ustedes mismos de comer.” Ellos
      dijeron: “No tenemos más que cinco panes y dos pescados,
      a menos que fuéramos nosotros mismos a comprar alimento
      para todo este gentío.”
14  Porque había unos cinco mil hombres. Pero Jesús dijo a sus
      discípulos: “Háganlos sentarse en grupos de cincuenta.
15  Así hicieron los discípulos, y todos se sentaron.
16  Jesús entonces tomó los cinco panes y los dos pescados,
      levantó los ojos al cielo, dijo la bendición, los partió y se los
      entregó a sus discípulos para que se los distribuyeran a la
      gente.
17  Todos comieron cuanto quisieron y se recogieron doce
      canastos de sobras.

Evangelio: (Lc. 9, vs 11-17)

Oración:

Señor Jesús, Tú que te has quedado
Tú todo, hombre Y Dios verdadero
en las especies de pan y vino,
dándonos tu Cuerpo y Sangre
como alimento de vida eterna,
abre nuestro corazón
y nuestro entendimiento
para darnos cuenta de la dimensión
de tu amor y de tu presencia viva
en la Eucaristía,
para que buscándote te encontremos,
encontrándote Tú nos transfomes,
tranformándonos vivamos más unidos a ti,
siendo Tú todo para nosotros
viviendo nosotros en ti y por ti,
estando Tú en nosotros
y nosotros en ti.
Que así sea.

Fuente: Lectio Divina Vicenciana

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