1 Jesús
se fue de allí y volvió a su tierra acompañado de sus
discípulos.
2 Cuando llegó el Sábado,
se puso a enseñar en la sinagoga y
mucha gente lo escuchó con asombro. Se preguntaban:
“¿De
dónde le
viene todo esto? ¿Qué pensar de su sabiduría? ¿Y
cómo explicar este poder milagroso que tiene en sus manos?
cómo explicar este poder milagroso que tiene en sus manos?
3 ¿No es
éste el carpintero, el hijo de María, y el hermano de
Santiago, José, Judas y Simón? Y sus hermanos, ¿no viven aquí
entre nosotros?”
Y no creían en él, todo lo contrario.
4 Jesús les dijo: “A
un profeta sólo lo desprecian en su tierra, en su
barrio y en su familia.”
5 Y no pudo hacer allí
ningún milagro. A lo más, sanó unos pocos
enfermos, con una imposición
de las manos,
6 pero se admiraba al verlos tan ajenos a la Fe.
Evangelio: (Marcos 6, vs 1-6)
Oración:
Perdón
por las veces
que dudamos y desconfiamos…
que no nos abrimos a tu acción en nosotros…
que no te buscamos de corazón…
que somos indiferentes a ti…
que no hacemos nuestro camino de Fe…
que no gastamos tiempo para las cosas del corazón…
que buscamos pretextos para no creer…
que miramos la vida solo con nuestros ojos y
no con los ojos de Dios…
que Dios no ocupa el centro de nuestra vida…
que no seguimos las enseñanzas del Señor…
que no tomamos a Jesús como camino, verdad y vida…
Señor,
no permitas que la dureza de nuestro corazón
impida
que te encontremos.
Ven
Señor, en nuestra ayuda
y danos la gracia de creer siempre en ti.
Que
así sea.
Amén.
Fuente: Lectio Divina Vicentina
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