En aquel tiempo, dijo Jesús a sus
discípulos:
"Si
tu hermano peca, repréndelo a solas entre los dos. Si te hace caso, has salvado
a tu hermano. Si no te hace caso, llama a otro o a otros dos, para que todo el asunto
quede confirmado por boca de dos o tres testigos. Si no les hace caso, díselo a
la comunidad, y si no hace caso ni siquiera a la comunidad, considéralo como un
gentil o un publicano.
Os aseguro que todo lo
que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la
tierra quedará desatado en el cielo.
Os aseguro, además, que
si dos de vosotros se ponen de acuerdo en la tierra para pedir algo, se lo dará
mi Padre del cielo. Porque donde dos o tres están reunidos en mi nombre, allí
estoy yo en medio de ellos."
Evangelio: (Mateo 18,
vs 15-20)
Oración:
Señor, hoy he comprendido que el amor
que he recibido de ti,
me debe llevar a amar a mis hermanos
como tú me amas a mí.
Queremos participar de tu Reino de
amor,
tu Reino de perdón,
que tengamos siempre la disposición de
buscarlo.
Perdona Señor las veces que te he
ofendido,
las veces que he ofendido a mis
hermanos,
las veces que me he ofendido a mí
mismo,
porque de igual modo, Señor,
deseo perdonar a aquellos que
alguna vez me han hecho daño,
y deseo que ellos se encuentren de
nuevo en paz conmigo,
pero sobre todo contigo, Señor.
Ayúdame, Señor, a no caer en la
tentación del orgullo
y así poder amar a mis hermanos al
grado de luchar
porque todos puedan llegar a ti Señor.
Dame un corazón como el tuyo Señor
que sepa amar, perdonar
y estar lleno de la Gracia del amor.
Amén.Fuente: Lectio Divina Vicenciana
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