Dijo Jesús:
“Dios amó tanto al mundo, que entregó a su
Hijo único para que todo el que cree en Él no muera, sino que tenga vida
eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo para juzgar
al mundo, sino para que el mundo se salve por Él. El que cree en Él, no es
condenado; el que no cree, ya está condenado, porque no ha creído en el nombre
del Hijo único de Dios.”
Evangelio: (Juan 3, vs 16-18)
Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.
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