viernes, 31 de diciembre de 2010

¡Feliz Año Nuevo 2011!





¡Feliz Año Nuevo 2011!

Les deseamos muchas felicidades.

Con mucho cariño.


Animadores de Salud Chile


Mi voz es apenas ya un susurro.

Llegado a este punto de mi camino de Fe

de la mano de los evangelios

no puedo sino darte las gracias

por el don de tu presencia amable.

¡Gracias, Dios mío!

Dios de toda la Humanidad


Evangelio 2010 Ciclo C

¡Gracias, Dios del Amor!


En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibió. Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Éstos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia del Hijo único del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan da testimonio de él y grita diciendo: Éste es de quien dije: “El que viene detrás de mí pasa delante de mí, porque existía antes que yo”. Pues de su plenitud todos hemos recibido, gracia tras gracia. Porque la Ley se dio por medio de Moisés, la gracia y la verdad vinieron por medio de Jesucristo. A Dios nadie lo ha visto jamás: Dios Hijo único, que está en el seno del Padre, es quien lo ha dado a conocer.

( Juan 1, 1-18 )


Y al final del camino…el Amor

Y la Palabra nos ha acompañado a lo largo de este año. Atrás quedan momentos vividos intensamente, experiencias fuertes y desconcertantes, encuentros y desencuentros, luchas y frustraciones…la vida misma en su apogeo, pero vivida intensamente como experiencia mística, experiencia de Dios, como camino de encuentro con el Amor.

Ya sí, Maestro,

mi voz es la de aceptación.

Sé que has estado conmigo

latiendo al ritmo de mi corazón.

Te doy las gracias,

Por este año que concluye,

Por mi vida

Y tu vida en mí.

¡Gracias, Dios del Amor!


Evangelio 2010 Ciclo C

sábado, 25 de diciembre de 2010

¡Aleluya!


Hoy vengo y me recreo ante ti, frágil niño,

y en ti recuerdo mi infancia

hechizada por la simplicidad

y hermosura del misterio de tu nacimiento:

¡Vuelve a nacer en mí,

no te canses de nacer!

(Evangelio 2010 Ciclo C)

Pan nuestro de Navidad



Quiero hacer este año un gran Pan de Navidad.

Incluiré en él mis mejores propósitos,

mis buenos deseos,

todo lo que quiero dar.


Colocaré sólo materiales finos:

Harina de respeto,

Mantequilla de tolerancia,

Pasas de sencillez,

Nueces de ternura,

Azúcar de alegría,

Fruta de comprensión,

Canela de justicia,

Ralladura de sabiduría,

Bicarbonato de paciencia,

y agua de perdón.


Lo envolveré en papel de transparencia,

y lo regalaré a la persona que más he querido

y a quién no manifesté mi cariño el año que pasó.

Natividad del Señor



En el principio ya existía la Palabra, y la Palabra estaba junto a Dios, y la Palabra era Dios. La Palabra en el principio estaba junto a Dios. Por medio de la Palabra se hizo todo, y sin ella no se hizo nada de lo que se ha hecho. En la Palabra había vida, y la vida era la luz de los hombres. La luz brilla en la tiniebla, y la tiniebla no la recibe. La Palabra era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre. Al mundo vino, y en el mundo estaba, el mundo se hizo por medio de ella, y el mundo no la conoció. Vino a su casa, y los suyos no la recibieron. Pero a cuantos la recibieron, les da poder para ser hijos de Dios, si creen en su nombre. Estos no han nacido de sangre, ni de amor carnal, ni de amor humano, sino de Dios. Y la Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros, y hemos contemplado su gloria: gloria propia al Hijo único del padre, lleno de gloria y de verdad.

(Juan 1,1-5.9-14)

viernes, 24 de diciembre de 2010

La entrañable misericordia




La oración del Benedictus expresa el júbilo del sacerdote Zacarías, feliz por el natalicio de su hijo, considerado una bendición de Dios, deseado, y tantos años, negado, hasta que finalmente la misericordia divina concretó el milagro. Este gozo es ya voz de la Iglesia que esta misma noche cantará, orará, incluso se emocionará, al contemplar con los ojos de la Fe, al Niño recién nacido.


La voz de Zacarías es ya mi oración en este día tan especial. Bendigo a Dios, pero recordando a todos los frágiles, a quienes sufren, a las personas que hoy no son felices.

Con todo, siento el gozo de la Fe que nos hace vencer a toda negatividad. Gracias, Señor, por seguir viniendo a mí, por no olvidarte de mí dejándome en indigencia.

(Evangelio 2010 Ciclo C)

Benedictus



En aquel tiempo, Zacarías, padre de Juan, lleno del Espíritu Santo profetizó diciendo:

“Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo, suscitándonos una fuerza de salvación en la casa de David, su siervo; según lo había predicho desde antiguo por boca de sus santos profetas. Es la salvación que nos libra de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian; realizando la misericordia que tuvo con nuestros padres, recordando su santa alianza y el juramento que juró a nuestro padre Abraham. Para concedernos que libres de temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con santidad y justicia, en su presencia todos nuestros días. Y a ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor, a preparar sus caminos, anunciando a su pueblo la salvación, el perdón de sus pecados. Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el Sol que nace de lo alto, para iluminar a los que viven en tinieblas y en sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz”.

(Lucas 1, vs 67-79)

jueves, 23 de diciembre de 2010

Magníficat



En aquel tiempo, María dijo:

“Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava. Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo. Y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación. Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes; a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres-, a favor de Abraham y su descendencia para siempre”.

María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

(Lucas 1, vs 46-56)

Navidad, Diciembre 2010


Queridos Animadores de Salud y familias:

Que grato me es poder escribir en estas Vísperas de Navidad, para felicitarlos y desearles que pasen una hermosa fiesta en familia, donde Jesús Niño nos revele con su presencia: su Amor, su Paz y su Alegría.

Navidad es proclamar con gozo que Dios se hace visible:

•En la ilusión de los niños.
•En la iniciativa de los jóvenes.
•En el testimonio de los adultos.
•En la paciencia de los padres.
•En el dolor del enfermo.
•En la serenidad de los abuelos,
•y en posibilitar que todo esto sea una realidad permanente en nuestras vidas.

Muchísimas Gracias por acompañarme con tanto cariño y generosidad, en la celebración de mis 50 años de entrega al Señor, en la persona de los más humildes. Por tantas cartas maravillosas que, a lo largo de todo Chile, me escribieron y que conformó un hermoso Libro de Vida.¡Estoy feliz porque los siento muy cercanos!.

¡Feliz Navidad!
Que en este Nuevo Año,
podamos extender con mayor fuerza el Reino de Dios,
con lo que somos y hacemos,
multiplicando las enseñanzas recibidas.


Un abrazo.
Hna. Francisca Martínez y Directiva Nacional

Reflexiones: Los Valores (9)



Los Valores (9)
Final.

El mundo de hoy pasa por alto un hecho muy sencillo: la persona humana es religiosa. Preguntar por la existencia de Dios es algo que está íntimamente unido al porqué de la existencia humana.

Buscamos de forma natural la trascendencia, porque es lo que da sentido y significado a nuestra vida sobre la tierra. Si el hombre cultiva los valores religiosos con tanta tenacidad, es porque ellos corresponden a la verdad más profunda de su ser.

Los valores humanos son valores de la humanidad, y por lo tanto los valores cristianos no son en esencia diferentes de los valores humanos. Lo que los diferencia es su origen (la acción de Dios en el hombre por la Gracia y la Revelación Cristiana) y su fin (la comunión eterna con Dios y los demás en el cielo). El cristianismo los incorpora a la dimensión sobrenatural dándoles un sentido nuevo.

Cristo asume la naturaleza humana, redime al hombre de su naturaleza caída y abre la posibilidad de alcanzar la vida eterna, a través de la perfección de su propia naturaleza.

De ahí que el cristianismo no cambia los valores, sino que los desarrolla y profundiza desde la perspectiva de la vida eterna.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Lámpara para mis pasos es Tu Palabra Señor…


8 de Diciembre 2010, Solemnidad de la Inmaculada Concepción de María.

Gracias queridas Hermanas por sus testimonios de fidelidad y amor a Dios, a la Compañía y a los Pobres. ¡Gracias por mantener sus lámpara encendidas!

60 Años de Vocación:
Sor Joaquina Clavijo C.
Sor Cecilia Ortiz S.

50 Años de Vocación:
Sor Julia Moreno M.
Sor Feliciana García B.
Sor María Cristina González M.
Sor Francisca Martínez G.
Sor Carmen Peralta P.

25 Años de Vocación:
Sor Ana Rosa Valdés C.

Luz en mi sendero ¡Aleluya!

Eternamente cantaré los favores del Señor. Proclamaré su fidelidad de generación en generación.
Tú que dijiste: “Mi favor es un edificio eterno, y mi fidelidad se alza en los cielos.
Hice un pacto con mi elegido, juré a David, mi servidor, mantener eternamente su descendencia y afirmar su trono a través de los tiempos.”
Señor, los cielos celebran tus prodigios, y tu fidelidad, cuando te sientas entre los santos.
Pues, ¿quién es igual a Dios allá en las nubes?¿Quién es como él entre los que viven en el cielo?...
Salmo 89.

Con mucha alegría, les saludan
Animadores de Salud de Chile

Reflexiones: Los Valores (8)



Los Valores (8)
Autor: Animadores de Salud

3.-Los Valores morales o éticos son superiores a los ya mencionados. Esto se debe a que tienen que ver con el uso de nuestra libertad, ese don inapreciable y sublime que nos permite ser constructores de nuestro propio destino. El valor moral es todo aquello que lleva al hombre a defender y crecer en su dignidad de persona. El valor moral conduce al bien moral. Recordemos que bien es aquello que mejora, perfecciona, completa. El valor moral perfecciona al hombre en cuanto a ser hombre, en su voluntad, en su libertad, en su razón. Se puede tener buena o mala salud, más o menos cultura, por ejemplo, pero esto no afecta al ser hombre. Sin embargo vivir en la mentira, el hacer uso de la violencia o el cometer un fraude, degradan a la persona, empeoran al ser humano, lo deshumanizan. Por el contrario las acciones buenas, vivir la verdad, actuar con honestidad, el buscar la justicia, le perfeccionan. Estos son los valores humanos por excelencia, pues determinan nuestro valor como personas. Incluyen entre otros, la honestidad, la bondad, la justicia, la autenticidad, la solidaridad, la sinceridad y la misericordia. Cada valor apoya y sostiene a los demás; juntos forman esa sólida estructura que constituye la personalidad de un hombre maduro.

4.-Los Valores religiosos son los que tienen que ver con nuestra relación personal con Dios. Este cuarto nivel es el más elevado, el que nos permite ir más allá de nuestra naturaleza, nos conduce a la dimensión de lo sagrado. Se puede mencionar el valor de la piedad, de la veneración, de la oración, etc.

Continúa en: Los Valores (9)