sábado, 25 de septiembre de 2010

Celebración 350 años de nuestros fundadores (parte 2)





La humanidad sufriente aparece en Santa Luisa de Marillac como una prolongación de la humanidad sufriente de Cristo. El servicio de amor de todo vicenciano es una continuación de la Redención, permitiendo a todo pobre, humillado y desposeido, revivir, resucitar, volver a ser un hombre viviente librado de su mal, de su pecado, un hombre libre. Esta reflexión sorprendente coincide con aquella de Pablo que se atreve a decir: "Ahora me alegro de mis padecimientos por vosotros y suplo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo por su cuerpo, que es la Iglesia"
(col.1, 24)

No hay comentarios: