sábado, 17 de noviembre de 2018

San Vicente de Paul: El sufrimiento.


San Vicente nos dice:

«Se sufre de diversas maneras. Los apóstoles y los primeros cristianos sufrieron la persecución de los tiranos y toda clase de ultrajes; se ha dicho que todos los que quieran seguir a Jesucristo habrán de sufrir tentación…La verdad es que la mejor condición es la que nos hace más semejantes a Nuestro Señor tentado, rezando, obrando y sufriendo; y por ahí es por donde él conduce a las almas que quiere elevar a una perfección más alta.» (VII, 165)

Fuente: Lectio Divina Vicentina

Venida del Hijo del Hombre.



Jesús dijo a sus discípulos:
«En aquellos días, el sol se oscurecerá, la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo y los astros se conmoverán. Y se verá al Hijo del hombre venir sobre las nubes, lleno de poder y de gloria.
   Y El enviará a los ángeles para que congreguen a sus elegidos desde los cuatro puntos cardinales, de un extremo al otro del horizonte.
   Aprendan esta comparación, tomada de la higuera: cuando sus ramas se hacen flexibles y brotan las hojas, ustedes se dan cuenta de que se acerca el verano. Así también, cuando vean que suceden todas estas cosas, sepan que el fin está cerca, a la puerta. Les aseguro que no pasará esta generación, sin que suceda todo esto. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán.
   En cuanto a ese día y a la hora, nadie los conoce, ni los ángeles del cielo, ni el Hijo, nadie sino el Padre.»
Evangelio: (Mc 13, vs 24-32)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 10 de noviembre de 2018

Oración.



Señor Jesús,
ayúdanos a comprender y valorar
la actitud de esa viuda que dio más
que todos los demás,
porque dio todo lo que tenía.
Danos Señor,
la gracia de saber dar todo de nosotros
para ayudar a los que nos necesitan;
ayúdanos a saber ser generosos
contigo y con los demás,
no dejando nada para nosotros,
sino colocando todo a tu servicio,
dándonos totalmente,
esperando siempre en ti,
confiando en tu amor y en tu providencia,
sabiendo que teniéndote a ti,
 todo lo tenemos y que solo Tú
puedes saciar nuestras ansias más profundas.
Que así sea.

Fuente: Lectio Divina Vicentina

La ofrenda de la viuda.



Jesús enseñaba a la multitud:
   «Cuídense de los escribas, a quienes les gusta pasearse con largas vestiduras, ser saludados en las plazas y ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los banquetes; que devoran los bienes de las viudas y fingen hacer largas oraciones. Éstos serán juzgados con más severidad».
   Jesús se sentó frente a la sala del tesoro del Templo y miraba cómo la gente depositaba su limosna. Muchos ricos daban en abundancia. Llegó una viuda de condición humilde y colocó dos pequeñas monedas de cobre.
   Entonces Él llamó a sus discípulos y les dijo: «Les aseguro que esta pobre viuda ha puesto más que cualquiera de los otros, porque todos han dado de lo que les sobraba, pero ella, de su indigencia, dio todo lo que poseía, todo lo que tenía para vivir».
Evangelio: (Mc 12, vs 38-44)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.