sábado, 25 de agosto de 2018

Oración.


Oración:
Invitados por tu palabra, oh Cristo,
queremos hoy renovar la alianza nueva:
recibir de Ti la vida abundante
y dirigir nuestros pasos según tu voluntad.
En ti reconocemos, pan bajado del cielo,
el más grande reto a nuestra fe,
pero como Pedro confesamos:
solo Tú tienes palabras de vida eterna.

Perdona la dureza de nuestro corazón,
rompe el muro de nuestra resistencia,
ilumina nuestra ceguera ante el sacramento.
Y derrama en nosotros el don del Espíritu,
la fuente de la luz y la inteligencia,
que viene del Padre,
y que nos atraen hacia Ti.
Haz que nuestra fe produzca
abundantes frutos de amor,
de justicia, de paz y de verdad
para invitar de este modo a muchos otros
a entrar en tu alianza.
Amén.

Fuente: Lectio Divina Vicentina

¿Ustedes también quieren dejarme?



   Después de escuchar la enseñanza de Jesús, muchos de sus discípulos decían: «¡Es duro este lenguaje! ¿Quién puede escucharlo?».
   Jesús, sabiendo lo que sus discípulos murmuraban, les dijo: «¿Esto los escandaliza? ¿Qué pasará, entonces, cuando vean al Hijo del hombre subir donde estaba antes? El Espíritu es el que da Vida, la carne de nada sirve. Las palabras que les dije son Espíritu y Vida. Pero hay entre ustedes algunos que no creen».
   En efecto, Jesús sabía desde el primer momento quiénes eran los que no creían y quién era el que lo iba a entregar. Y agregó: «Por eso les he dicho que nadie puede venir a mí, si el Padre no se lo concede». Desde ese momento, muchos de sus discípulos se alejaron de Él y dejaron de acompañarlo. Jesús preguntó entonces a los Doce: «¿También ustedes quieren irse?».
   Simón Pedro le respondió: «Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de Vida eterna. Nosotros hemos creído y sabemos que eres el Santo de Dios».
Evangelio: (Jn. 6, vs 60-69)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.

sábado, 18 de agosto de 2018

La Eucaristía.


Oración:
Creo Señor
que está vivo y presente en la Eucaristía,
que tu carne es verdadera comida,
que tu sangre es verdadera bebida,
que Tú vienes a mí y me transformas,
que Tú me unes más a ti en tu amor total…
que, en la Eucaristía, estás Tú todo,
Dios y hombre verdadero,
que la Eucaristía es el don máximo
de tu amor hacia nosotros,
que Tú te das como alimento para impulsarnos a ti,
Creo Señor, pero ven Tú en mi ayuda
para que cada vez más,
viva por ti y para ti,
siendo Tú todo para mí.
Amén.

Fuente: Lectio Divina Vicentina

Yo soy el pan de vida.



   Jesús dijo a los judíos: «Yo soy el pan vivo bajado del cielo. El que coma de este pan vivirá eternamente, y el pan que Yo daré es mi carne para la Vida del mundo».
   Los judíos discutían entre sí, diciendo: «¿Cómo este hombre puede darnos a comer su carne?».
   Jesús les respondió:
   «Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y Yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y Yo en él. Así como Yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan bajado del cielo; no como el que comieron sus padres y murieron. El que coma de este pan vivirá eternamente».
   Jesús enseñaba todo esto en la sinagoga de Cafarnaúm.
Evangelio: (Juan 6, vs 51-59)

Oración:
Padre Nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre.
Venga a nosotros tu Reino,
hágase tu voluntad
así en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como nosotros perdonamos
a los que nos ofenden.
No nos dejes caer en la tentación
y líbranos del mal.
Amén.