sábado, 28 de mayo de 2016

Santa Luisa de Marillac: En las ocasiones penosas.


   “En todas  las ocasiones penosas para los sentidos, tenemos que mirar la paternal bondad de Dios que como buen Padre permite nos afecte su justicia divina, unas veces para corregirnos, otras para manifestarnos su gran amor haciéndonos participar en sufrimientos para aplicarnos el mérito de los de su Hijo y que por
nuestra  parte se lo agradezcamos.”

Santa Luisa de Marillac

La multiplicación de los panes.


Pero la gente se dio cuenta y lo siguieron. Jesús los acogió y se puso a hablarles del Reino de Dios, y devolvió la salud a los que necesitaban curación.
   El día comenzaba a declinar. Los Doce se acercaron para decirle: «Despide a la gente. Que vayan a las aldeas y pueblecitos de los alrededores en busca de alojamiento y comida, porque aquí estamos en un lugar solitario.» Jesús les contestó: «Denles ustedes mismos de comer.» Ellos dijeron: «No tenemos más que cinco panes y dos pescados, a menos que fuéramos nosotros mismos a comprar alimentos para todo este gentío.»
   Porque había unos cinco mil hombres. Pero Jesús dijo a sus discípulos: «Háganlos sentarse en grupos de cincuenta
   Así hicieron los discípulos, y todos se sentaron. Jesús entonces tomó los cinco panes y los dos pescados, levantó los ojos al cielo, dijo la bendición, los partió y se los entregó a sus discípulos para que los distribuyeran a la gente. Todos comieron cuanto quisieron y se recogieron doce canastos de sobras.
Evangelio: (Lc. 9, vs 11-17)

Oración:
En tu entrega por nosotros,
te das en alimento verdadero,
en tu cuerpo y en tu sangre,
¡Oh Cristo sacerdote, víctima y altar!
Conociendo nuestra debilidad,
te has ofrecido por amor
a todo aquel que camina y desfallece
y desea ahora llegar hasta ti.
Haz siempre intensa
nuestra  hambre y sed de tus misterios:
De tu cuerpo, que nos salva,
de tu sangre que nos embriaga
en la certeza de tu amor inmenso,
¡Oh don del Padre, oculto ahora
en el vino y en el pan!
Para que aprendiendo de Ti el amor,
vayamos y compartamos
en fe, esperanza y caridad
esta fuerza que de Ti nos viene,
¡Oh vínculo de unidad
y fortaleza de ti Iglesia!
Amén.

Fuente: Lectio Divina Vicenciana

sábado, 14 de mayo de 2016

Ven Espíritu Santo.


Ven, Espíritu divino,
manda  tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre;
don en tus dones espléndido;
luz que penetra las almas;
fuente  del mayor consuelo.

Ven dulce huésped del alma,
descanso de nuestro esfuerzo,
tregua en el duro trabajo,
brisa en las horas de fuego,
gozo que enjuga las lágrimas
y reconforta en los duelos.

Entra hasta el fondo del alma,
divina  luz , y enriquécenos.
Mira el vacío del hombre,
si tú le faltas por dentro;
mira el poder del pecado,
cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía,
sana el corazón enfermo,
lava las manchas,
infunde calor de vida en el hielo,
doma el espíritu indómito,
guía  al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones,
según la fe de tus siervos;
por tu bondad y tu gracia,
dale al esfuerzo su mérito;
salva al que busca salvarse
y  danos tu gozo eterno.
Amén.

Fuente: Lectio Divina Vicenciana

Domingo de Pentecostés.


   La tarde de ese mismo día, el primero de la semana, los discípulos estaban a puertas cerradas por miedo a los judíos. Jesús se hizo presente allí, de pie en medio de ellos.
   Les dijo: «La paz sea con ustedes.» Después de saludarlos así, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se llenaron de gozo al ver al Señor.
   El les volvió a decir: «La paz esté con ustedes. Así como el Padre me envió a mí, así los envío a ustedes.» Dicho esto, sopló sobre ellos: «Reciban el Espíritu Santo: a quienes ustedes perdonen queden perdonados, y a quienes no libren de sus pecados, queden atados
Evangelio: (Juan 20, vs 19-23)

Oración:
Gloria al Padre,
Gloria al Hijo y al Espíritu Santo:
Como era en el principio
ahora  y siempre.
Y por los siglos de los siglos.
Amén.

domingo, 8 de mayo de 2016

San Alberto Hurtado: Servir a cada instante.


«En la vida no hay dificultades, solo hay circunstancias. Dios lo conduce todo, y todo lo conduce bien. No hay más que abandonarse, y servir a cada instante en la medida de lo posible.»

San Alberto Hurtado

La Ascensión del Señor.


   Jesús dijo a sus discípulos:«Esto estaba escrito, los sufrimientos de Cristo, su resurrección de entre los muertos al tercer día y la predicación que ha de hacerse en su Nombre a todas las naciones, comenzando por Jerusalén, invitándoles a que se conviertan y sean perdonadas de sus pecados. Y ustedes son testigos de todo esto.
   Ahora yo voy a enviar sobre ustedes al que mi Padre prometió. Por eso, quédense en la ciudad hasta que hayan sido revestidos de la fuerza que viene de arriba
   Jesús los condujo hasta cerca de Betania y, levantando las manos, los bendijo. Y, mientras los bendecía, se alejó de ellos y fue llevado al cielo.
   Ellos se postraron ante él y volvieron muy alegres a Jerusalén, donde permanecían constantemente en el Templo alabando a Dios.
Evangelio: (Lc 24, vs 46-53)

Oración:
Tomad , Señor y recibid,
toda mi libertad; mi memoria,
mi entendimiento, mi voluntad:
todo lo que tengo y lo que soy.
Tú me lo diste,
a ti todo lo devuelvo.
Todo es tuyo.
Disponed de mí, según tu voluntad.
Dame tu Amor y Gracia:
que  esto me basta.
Amén.

San Ignacio de Loyola.